jueves, 3 de noviembre de 2016

Los que nunca cambiaron (publicado el 3/11/16 en Veintitres.com.ar)

Un artilugio tan evidente como efectivo, dentro del marketing político de la presunta austeridad, es comparar el gasto del Estado en algún área con la cantidad de unidades equivalentes en algún aspecto de la realidad que sea capaz de exacerbar determinadas emociones. Se trata del famoso: “¿Sabés cuánto se podría comprar con lo que se gasta en…?
El artilugio está bastante trillado pero la semana pasada lo utilizó el presidente Macri para reinstalar la discusión en torno a Aerolíneas Argentinas. Molesto por un conflicto con los trabajadores, el referente de Cambiemos indicó que con lo que se gasta en la aerolínea de bandera se podrían construir dos jardines de infantes por semana. El mensaje efectista, dirigido a la tribuna de la tilinguería de la indignación fácil y casquivana, no pretendía abrir un debate público razonable sino instaurar que Aerolíneas Argentinas es un gasto que el Estado argentino debe eliminar. De nada sirvieron las ingentes cantidades de veces que se mostró el cambio que ha significado para las provincias el aumento de la conectividad, las miles y miles de personas que viajaron en avión por primera vez, los beneficios económicos directos e indirectos del turismo y la importancia que tiene el hecho de poseer una aerolínea de bandera pujante en términos de soberanía más allá de que para Bernardo Neustadt y sus discípulos ésta sea pura abstracción. Siempre me llamó la atención que los liberales despreciaran valores como la soberanía en tanto abstractos mientras hacen hincapié obsesivamente en el valor del dinero, por cierto, algo más abstracto que las geometrías no euclidianas. Pero retomando la temática, podría decirse que  Macri no contó que cuando Aerolíneas se privatizó, con el dinero “ahorrado”, no se construyeron dos jardines de infantes por semana. Quizás haya sido una simple omisión.
A su vez, para que quede en claro que las “comparaciones incomparables” no son propiedad exclusiva del presidente, el 28 de octubre fue posible encontrar una analogía en el diario La voz del interior, propiedad del Grupo Clarín, cuando tituló: “Pagar el bono a todos los estatales cuesta 13800 viviendas”.  Ni este ni ningún diario indicó cuántas AUH se podrían pagar con lo que han evadido empresarios y actuales políticos en Panamá y Bahamas;  o cuántos litros de leche podrían otorgarse a los que menos tienen con el dinero que se le transfirió a los sectores concentrados del campo gracias a la eliminación de retenciones; o cuántos puestos de trabajo para periodistas se crearían si no existieran posiciones dominantes y el gobierno dejara de ahogar  a los medios críticos, pero eso parece otra simple omisión.     
Como alguna vez indiqué en esta columna, a pesar de la prédica discursiva liberal de prescindencia estatal en materia de concepciones de la buena vida, el de Macri es un gobierno que claramente se ha propuesto librar una batalla cultural mucho más agresiva y veloz que la que emprendió el kirchnerismo. Tiene a su favor un sentido común liberal que atraviesa a la sociedad argentina y que el kirchnerismo supo mantener sosegado. Pero en la actualidad se reeditan debates que después de la crisis del 2001 parecían saldados. Se trata de globos de ensayo y de dosis homeopáticas que comienzan a circular, sea por iniciativa directa del gobierno, sea por iniciativa del establishment mediático que lidera el tándem Grupo Clarín-Grupo América.
Así, Lanata puede dar a entender que es hora de revisar la gratuidad de la Universidad pública o el gobierno encaramarse en una cruzada que, en nombre de los presuntos negociados en torno del Fútbol para todos, busca recrear el viejo sueño de Macri: las sociedades anónimas deportivas. Ya en el año 2000, quien fuera presidente de Boca, había avanzado en un proyecto que fracasó, tanto como fracasaron todos los intentos de gerenciamientos o privatizaciones encubiertas y que derivaron en situaciones insólitas como las que tuvo que atravesar Argentinos Jrs. en 1993/1994 cuando, de repente, su “dueño” lo transformó en un equipo de estrellas que jugó de local durante un año en Mendoza.      
Con el fútbol utilizan la misma lógica argumentativa falaz que utilizan para desacreditar al kirchnerismo. Sobre este último, al encontrar una serie de casos de funcionarios presuntamente corruptos, te dicen que lo corrupto es el modelo kirchnerista, al cual denominan “populista”, para diferenciarlo del modelo republicano liberal. En el caso del fútbol, una AFA y unos clubes que en muchos casos han sido saqueados, son la excusa, primero, para acabar con el fútbol gratuito y, segundo, para instalar que lo que hace que el fútbol esté como esté, no son algunos dirigentes y unos cuantos empresarios, sino el esquema de las asociaciones civiles sin fines de lucro.
Aunque suene sorprendente, en pocos meses, pasamos de discutir si el fútbol debía seguir siendo transmitido por TV abierta, a si los clubes deben ser privatizados. Siempre, claro, con el mantra de la indignación por lo que sería presuntamente “el dinero de nuestros impuestos”, razón, por cierto, atendible si no fuera porque siempre se la utiliza para achicar el Estado y no para intentar cobrarles a los empresarios que evaden. Es más, el empresario que evade es presentado como una víctima del Estado que venía a despojarlo de lo que sería el fruto de su esfuerzo y sus decisiones de vida en la carrera meritocrática donde se fomenta el emprendedorismo individual y cada uno de nosotros es empresario de sí mismo.
Justamente, esa noción del empresario de sí mismo está profundamente arraigada en el sentido común a pesar de que, como pocas veces en la historia, ha quedado plasmado en el día a día que las decisiones de un gobierno pueden afectarte la vida casi de manera inmediata, tal como lo saben aquellos que se han quedado sin trabajo y aquellos que han caído debajo de la línea de pobreza. A todos ellos e incluso a quienes todavía mantienen un trabajo pero les va peor que el año pasado, se les puede consultar cómo puede ser que todo lo que tuvieron hasta el 2015 fuera fruto del esfuerzo individual mientras este año, el esfuerzo individual permanece inalterable y el dinero no alcanza. Si te esforzás igual y este año tenés menos que el anterior, puede que no todo dependa de vos y que las políticas públicas alguna incidencia tengan. ¿No?    
La Universidad, el Fútbol y, en breve, el sistema jubilatorio, aguardan embates furiosos de quienes, sin duda, vienen por todo y mantienen con tenacidad su coherencia ideológica más allá de los fracasos resonantes del neoliberalismo y de sumar caras jóvenes cuyos modos y vestimentas parece obtenidos de una misma matriz o, en el mejor de los casos, de un riguroso casting. Nos dijeron que era bueno el cambio y cambiamos. Los únicos que no cambiaron, paradójicamente, fueron ellos.       


4 comentarios:

martin flaco dijo...

Las comparaciones pueden seguir :
La eliminaciom de las retenciones de la minera , a los autos de alta gama , al champagne .
Por el otro lado se recorta en ciencia, en areas como derechos humanos...
Es el tiempo de la Biopolítica.

Gran artículo Dante , leerte siempre es un gran placer.
Mi admiracion de siempre
Saludos , martín de berisso

Juliàn Rivero. dijo...

Muy buen artículo de Dante y agrego que el voto popular de ese 51 % legitimó cada una de estas "buenas nuevas" que aparecen cada día en el Boletín oficial.
Inexorablemente me pregunto:
¿Podrà estirarse la agonía 3 años más?

Comparto lo que expone Martín.

Saludos, Juliàn Rivero.

Dante Augusto Palma dijo...

Gracias Martín y Julián!!

Anónimo dijo...

en este post de "las cartas persas" se denota claramente, como gustan decir algunos, las equi-valencias, no de la tabla periódica, sino del periódico y nunca detenido afano
https://cartas-persas.blogspot.com.ar/2016/11/las-fundaciones-avanzan-sobre-la.html?showComment=1478466872658#c1201600780423958976

y otro afano en ciernes
http://www.diarioz.com.ar/#!/nota/van-a-vender-el-hospital-de-clinicas-y-construir-otro-56086/
y cierro con el encabezado de chiarenza
"Hete aquí de cómo Mauricio Macri se vale de una sola arma: la destrucción. "[...] no hay medio más seguro de posesión que la ruina. Quien se apodere de una ciudad acostumbrada a vivir libre y no la destruya, debe esperar ser destruido por ella, pues siempre tendrá como bandera de rebelión la libertad y su antiguo régimen, que ni el transcurso del tiempo ni los [supuestos] beneficios hacen olvidar. Niccolo Machiavelli."