domingo, 26 de diciembre de 2010

Borges y el pesimismo 2.0 (publicada originalmente en el número 44 de la Revista La Tecla Ñ www.lateclaene.blogspot.com)

Hace algunos meses llegó a mis manos un libro en el que se presenta a Borges como un anticipador de Internet. Este libro, escrito por Perla Sassón-Henry sería uno más de una creciente lista de publicaciones en la que se vinculará a Borges con las nuevas tecnologías. La autora afirma, entre otras cosas, que Borges, especialmente a partir de textos como “Funes, el memorioso”, “La Biblioteca de Babel” y “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius”, habría, al menos, intuido el novedoso vínculo actual entre la tecnología y la literatura el cual se manifiesta, entre otras formas, en la participación activa del lector a partir de los fenómenos de descentralización de la información promovido por Youtube, Wikipedia, blogs, o redes sociales. Asimismo, parecería inferirse que la fantasía borgiana de la biblioteca que contenga todos los libros del mundo empezaría a cumplirse, al menos asintóticamente, a partir de la posibilidad de “infinito” almacenamiento del que dispone la virtualidad y, en particular la “Mega Enciclopedia” Wikipedia. Se puede colegir de lo dicho hasta aquí una visión optimista y presumiblemente ingenua de internet que parece injustamente adosada a la literatura de Borges.
Por razones de espacio me centraré en los cuentos mencionados para mostrar, que aun suponiendo que fuera correcto presentar a Borges como un anticipador de las principales características de la web (algo que me resulta bastante forzado y hasta inútil), su visión distaría mucho del optimismo por las bondades de la virtualidad.
Lo que primero viene a mi mente son las palabras del heresiarca en “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius”. “(…) El visible universo era una ilusión o (más precisamente) un sofisma. Los espejos y la paternidad son abominables porque lo multiplican y lo divulgan”. Borges tenía horror por la multiplicación inútil algo que, por sobre muchas cosas, caracteriza a Internet. La impunidad, muchas veces ligada al anonimato o al seudónimo, con la que alguien puede “subir” un contenido a la red, puede ser visto como un triunfo de la democratización de la información, pero seguramente implica una lista infinita de multiplicaciones falsas y estériles. Por cierto, la red resulta un lugar propicio para operaciones de prensa, noticias curiosas e irrelevantes (véanse, por ejemplo, los principales portales), ex novios despechados que hacen circular los videos hot de sus novias devenidas famosas y para que adolescentes protoesquizos sumen nicks y personalidades alternativas y falsas en las que todos demuestran ser aquello que no son.
Si nos remitimos a “La biblioteca de Babel”, Borges afirma que en ella “Por una línea razonable o por una recta noticia hay leguas de insensatas cacofonías, de fárragos verbales e incoherencias”. Por otra parte, casi como una ironía del destino, en el mismo cuento Borges utiliza una palabra muy de moda en la web: “buscador”. Sin embargo, los buscadores no son aquellos sitios que nos permiten acceder rápida y libremente al contenido de la web sino, claramente, inquisidores. “Hay buscadores oficiales, inquisidores. Yo los he visto en el desempeño de su función (…), alguna vez toman el libro más cercano y lo hojean en busca de palabras infames. Visiblemente, nadie espera descubrir nada”.
Por último, la fantasía de internet como aquel “espacio” donde se encuentra “toda” la información, creo, sería visto por Borges con sumo espanto. Recuérdese la gran paradoja de Funes que por recordar absolutamente todo no podía pensar. No hay mejor metáfora que ésta para dar cuenta de cómo el exceso de información desjerarquizada y la compulsión por el detalle banal lejos de ofrecernos vías libres para nuevas y creativas interpretaciones nos quita la capacidad de abstracción y con ello la posibilidad del pensamiento. Finalizo ahora sí con un párrafo de “La biblioteca de Babel” que parece resumir, lo que Borges, con su infatigable ironía, podría decir de la web: “La escritura metódica me distrae de la presente condición de hombres. La certidumbre de que todo está escrito nos anula o nos afantasma. Yo conozco distritos en que los jóvenes se prosternan ante los libros y besan con barbarie las páginas, pero no saben descifrar una sola letra (…) Quizás me engañen la vejez y el temor, pero sospecho que la especie humana, la única, está por extinguirse y que la Biblioteca perdurará: iluminada, solitaria, infinita, perfectamente inmóvil, armada de volúmenes preciosos, inútil, incorruptible, secreta”.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Entrevista de Agencia de Noticias (realizada el 20/12/10)

Amigas y amigos: les transcribo la entrevista que me hizo la gente de Agencia de Noticias Gracias. Dante
La realidad argentina suele cambiar minuto a minuto, por lo que muchas veces lo que interesa y es noticia en estos momentos, en media hora ya pasó a considerarse viejo. En este andar incesante de información y cambio se mueve también la política nacional, por lo que la transformación y las novedades se han vuelto frecuentes en la clase dirigente local.

Para adentrarse mejor en esta situación, la Agencia de Noticias CNA se puso en contacto con el filósofo Dante Augusto Palma, quien se mostró muy crítico de la oposición política por su crítica constante al gobierno de la presidenta Cristina Fernández, así como también elevó sus reproches a buena parte del progresismo nacional y ayuda a pensar los discursos de los medios de la clase dirigente desde la obra de Jorge Luis Borges.

Profesor de Filosofía egresado de la Universidad de Buenos Aires, Palma es uno de los autores con mayor predominio dentro de los medios nacionales, escribiendo gran cantidad de artículos para una variedad de diarios y revistas nacionales e internacionales. Además es docente e investigador becario del Conicet.

Autor de libros como el reciente “Borges.com. La ficción de la filosofía, la política y los medios”, y de “Relativismo e inconmensurabilidad: apuntes sobre la filosofía de Thomas Kuhn”, Palma ha ayudado a acercar a los más jóvenes a la filosofía con un discurso que no descansa tanto en un vocabulario intelectual que llega a un determinado sector de la población, sino que con un lenguaje sincero y directo, brinda a las nuevas generaciones una oportunidad de ingresar al mundo de la filosofía.


- ¿Qué fue lo que lo llevó a realizar una obra como "Borges.com. La ficción de la filosofía, la política y los medios", que como dicen muchos, sirve para analizar los discursos de los medios de la clase dirigente desde la obra de Jorge Luis Borges?.

- Probablemente por mi formación siempre me interesó la literatura que permite pensar problemas filosóficos. En ese sentido, como suelen ocurrir más o menos con todas las cosas, de casualidad, trabajando el problema de la comunicación entre culturas encontré un cuento de Borges, “ La Busca de Averroes”, que resultaba un ejemplo preciso de lo que yo quería mostrar. A partir de eso pensé en la posibilidad de que otros cuentos me dispararan cuestiones filosóficas vinculadas a la política, a la construcción de lo real y a la filosofía misma. Algunos años después el resultado fue Borges.com.

- Borges no vivió la era de la revolución que significó para las comunicaciones la internet y el estar conectados con todo el mundo a partir de la computadora. ¿Cómo se le ocurrió vincular a internet con Borges?, ¿cómo hubiese tomado el mítico escritor la era 2.0 y lo que ella acarrea para las nuevas generaciones?.

- Hace uno o dos años comenzaron a aparecer especialmente en Estados Unidos una serie de artículos y libros que le adjudicaban a Borges el dudoso mérito de ser un anticipador de la lógica de la virtualidad y las nuevas tecnologías. Especialmente a partir de cuentos como “El Jardín de senderos que se bifurcan“ o “ La Biblioteca de Babel” se afirma que Borges habría intuido la descentralización que promueve la web y una nueva forma de pensar y leer vinculado a links e hipertextos. Lo curioso es que la supuesta anticipación borgeana habría sido extremadamente condescendiente con el mundo de la web presentándolo como un espacio maravilloso de libertad, interacción y democratización del conocimiento. Frente a esto, en mi libro sostengo que de haber habido una anticipación, la lectura que puede extraerse de pasajes de sus cuentos sería profundamente más pesimista. Recuérdese la fobia a la repetición inútil que atraviesa la literatura Borgeana y que parece uno de los rasgos esenciales del mundo web.

- Si hay una cosa que se le criticaba a Borges desde el progresismo nacional, es justamente su pensamiento político y el apoyo que dio a diversas dictaduras de la Argentina. ¿Es posible rescatar la obra literaria de Borges sin caer en críticas a su actitud política de apoyo a causas que poco tenían que ver con el pensamiento popular?, ¿le costó dejar eso de lado a la hora de llevar adelante su obra?.

- Sí, lamentablemente el pensamiento popular se ha privado de gozar la literatura de Borges por su manifiesto perfil aristocrático o, como el mismo se denominaba, por su “anarquismo conservador”. Pero mi libro no es sobre Borges sino a partir de él. Más allá de mi admiración por la literatura de Borges, lo que me interesa es rescatar pasajes de sus ficciones para pensar problemas filosóficos actuales. Como digo en alguna parte del libro, he usado y abusado de Borges en una relación, por cierto, para nada consentida.

- Pasando a la parte política, hoy en día está claro que la presidenta Cristina Fernández encabeza todos los sondeos de cara a las elecciones presidenciales del año que viene. ¿Puede esto llevar a que una parte de la dirigencia opositora cambie su actitud ante el gobierno y se siente a negociar más acciones conjuntas, o cree que se encerrarán en su limbo y seguirán con actitudes que muchas veces rozan lo ilegal y lo antidemocrático?.

- Hay que esperar. A juzgar por los últimos hechos da la sensación que, perdido por perdido, parte de la oposición apunta al caos y a correr por derecha al gobierno. En este sentido, cierta oposición parece haber hecho suyo el “apuro” del Grupo Clarín para el cual sería difícil resistir 4 años más las leyes de la democracia. Ojalá haya una oposición más moderada que entienda que Argentina no termina en 2015 y que no resultaría descabellado que para ese año exista un cambio de signo político en el ejecutivo nacional.

- ¿Podrá la Jefa de Estado dejar de lado su alianza con sectores de la ortodoxia peronista y que se enmarcan dentro del pensamiento más conservador y retrógrado de la política nacional, y llevar adelante un gobierno con personas que provienen del progresismo nacional?.

- La política real es también una política territorial con corporaciones enquistadas fuera y dentro del Estado y los partidos. Un gobierno que decida de un día para otro “barrer” con todas esas estructuras recibirá un aplauso de algunos intelectuales idealistas cómodos en su lugar de críticos sin gestión. Pero mientras esto ocurre, el país se incendia. En todo caso, uno desearía que el acercamiento a sectores progresistas en detrimento de los aparatos mafiosos se vaya dando al menos como un ideal regulativo, algo a lo que habría que tender. Pero esto necesita decisión política y tiempo.

- La muerte del ex presidente Néstor Kirchner, dejó en la consideración pública la importancia que tiene en el ciclo político iniciado en el 2003 la presencia de la juventud, haciendo creer nuevamente a muchos jóvenes en la importancia de la política para cambiar la realidad existente. ¿Cómo puede llegar a cambiar la participación de la juventud en la política de ahora en adelante el discurso de la clase dirigente nacional?.

- Entre los grandes editorialistas de medios monopólicos la irrupción de la juventud es vista con miedo. Por ello, no será casual que comience una campaña de deslegitimación como se está viendo, por ejemplo, con La Cámpora o con los bloggers K. Pero el político, a sabiendas que al fin de cuentas de lo que se trata es de persuadir, deberá aggiornar su discurso de manera tal que pueda ser seductor a una gran masa etaria que encontró en el gobierno un abanderado de las disputas contra los poderes fácticos.

- En un artículo en la revista Veintitres de la semana pasada, usted carga duramente contra los políticos de la "era twitter" que luego usa sicarios y barrabravas para resolver los problemas que se deberían resolver más que nada políticamente y en base al diálogo y el consenso. ¿Por qué cree que buena parte de la derecha argentina es democrática de la boca para afuera, pero a la hora de los hechos siempre recurre a la violencia y la represión?.

- La situación de la derecha en la Argentina es, en un sentido, incómoda pues sin puertas de cuarteles a los que golpear encuentra en un discurso republicanista que funciona como mascarada, el ámbito donde lavar las culpas. Hay republicanismo en tanto “lo otro” del enemigo populista. Pero su apego a los valores republicanos resulta muy veleidoso e inconsistente. Para colmo, sus principales cuadros no están hoy en la actividad política sino en los medios de comunicación.

- En ese mismo artículo usted defiende la creación del Ministerio de Seguridad dictado por la presidenta Cristina Fernández. ¿Será esta cartera un comienzo para la solución del problema de la inseguridad, que según todos los sondeos de opinión es el que más preocupa a la sociedad argentina?.

- No lo sé. Por lo pronto parece un gesto con una carga no sólo simbólica. Además, como indicaba en esa nota, en todo caso se trata de, además, disputar la agenda con la derecha respecto a las soluciones para la inseguridad. El desafío estará en darse cuenta que el progresismo debe dar lugar también a soluciones en el corto plazo sin que eso signifique que sea falso que el gran generador de inseguridad es la iniquidad económico-social.

- El programa "6,7,8" de la televisión pública ha puesto en el medio debates que antes no se daban en la clase dirigente nacional y menos aún en los medios de comunicación masiva. ¿Por qué cree que el programa de Diego Gvirtz ha saltado el sólo interés de la pantalla televisiva para pasar a ser un suceso político y cultural que va más allá del propio espacio televisivo?.

- Es difícil de contestar. Desde mi punto de vista el resurgir del kirchnerismo después de la crisis con el campo no fue sólo por mérito propio sino por el exagerado y desmedido ataque de la oposición mediática. En un contexto de continuos embates asfixiantes en noticieros repetitivos que cada media hora nos cuentan el mismo crimen, 678 se transformó en un espacio en el que mucha gente escuchó una voz que era la propia y que no estaba representada en los medios. Eso hizo que alrededor del programa se generara un movimiento político y cultural que lo excede ampliamente. En alguna nota dije, quizás algo temerariamente, que parafraseando a Laclau, Clarín apareció como el “otro” poderoso y claramente delineable que permitió cerrar filas hacia “adentro” y generar una usina popular de resistencia que en Kirchner encontró su líder y en la disputa en torno a la ley de Medios, su épica.

- Dentro del progresismo nacional, hay una variada gama que van de hombres del oficialismo, hasta Pino Solanas, Ricardo Alfonsín, Margarita Stolbizer, Luis Zamora, Hermes Binner, entre otros. ¿Cuáles son las diferencias que cree que hay entre cada uno de ellos y por qué estos sectores que se definen todos como antikirchneristas, no han podido articular una propuesta que los reúna para pelear electoralmente con el Frente para la Victoria ?.

- Las diferencias entre ellos, en general, se han borrado frente al kirchnerismo como enemigo común. Pero apenas el kirchnerismo comienza a debilitarse salen enseguida diferencias que más que programáticas son narcisistas.

- Los hechos de Villa Soldati dejaron en claro que un gran sector de la sociedad argentina sacó a relucir lo peor de ellos, como lo es la xenofobia, el racismo y la discriminación. ¿Qué cree que lleva a una persona como el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, a tomarse de ese discurso y basar parte de su campaña en un discurso anti-inmigratorio que reúne a lo peor del pensamiento de la ultraderecha?.

- Hay dos opciones. O Macri cometió un exabrupto revelador de su inconsciente o fue impulsado por sus asesores o quizás las dos cosas a la vez. En términos generales cuando los discursos se radicalizan son una señal de debilidad que apunta a ganar espacio en ese núcleo duro que es incondicional y al cual no hace falta convencer. Que Macri radicalice su propuesta es una buena noticia para el kirchnerismo pues su estrategia de ser “lo otro” del kirchnerismo no puede alcanzar el 50% de los votos a nivel nacional.

- ¿Por qué cree que muchos militantes del kirchnerismo que provienen del pensamiento más progresista y nacional del campo popular, utilizan la frase "hay que tragarse algunos sapos cuando se está en el poder" para definir las alianzas del gobierno nacional con hombres como Moyano, Pedraza, Gildo Insfrán, José Luis Gioja, entre otros?.

- Porque entienden la complejidad de la política.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

El caso Wikileaks: ¿confirmación o eco? (publicado originalmente el 15/12/2010 en Tiempo Argentino)

El escándalo que se montó desde el momento en que el sitio Wikileaks dio a conocer más de 250.000 informes de la diplomacia estadounidense permite un sinfín de lecturas. Inicialmente no sería descabellado afirmar que este episodio es una demostración de que aquella frase de Magnetto que define al cargo de presidente como “un puesto menor” puede extenderse hasta llegar el país más poderoso del mundo. En otras palabras, son diversos poderes fácticos los que, al fin de cuenta, tanto desde dentro del propio Estado como desde afuera, acaban tomando las decisiones. En segundo término aunque quizás, en algún sentido, vinculado con lo anterior, casi como un signo de los tiempos, cabe destacar que los enemigos de la gran potencia ya no vienen en “frasco estatal” ni pretenden disputar un sistema de producción. Es decir, sea un terrorista como Bin Laden, sea un enigma como Julian Assange, el enemigo es invisible y tan escurridizo como el despliegue rizomático que la información desarrolla en la web.
Pero más allá de estas afirmaciones, algunas de las cuales padecen del mal propio de las teorías conspirativas, el caso wikileaks es un ejemplo maravilloso para analizar el funcionamiento de los Medios de comunicación en el mundo y en la Argentina específicamente, en una época en la que éstos están sumergidos en una profunda crisis de credibilidad.
Un lector inteligente podría indicar que si de 250.000 informes sólo se destaca aquel que pregunta por la salud mental de la presidenta y por el colon irritable del ex presidente, estamos, simplemente, frente a un ejemplo más de lo que llamo “psico-política”, esto es, una naturalizada perspectiva que desde el sentido común de analistas pretendidamente serios, supone que es posible que las características psicológicas de un líder se transmitan a toda la política gubernamental y a cada una de las instituciones del Estado.
Pero no es sólo la estupidez que permite a algunos indicar que una política de confrontación se vincula con el paro cardíaco de aquel que la lleva adelante. Se trata de algo más profundo que intentaré explicar a través del mito griego de la ninfa Eco. Hay muchas variantes de esta leyenda pero daré la que recuerdo a riesgo de algunos errores. Eco era una ninfa del bosque que se caracterizaba por una gran verborragia a tal punto que ésta entretenía a la esposa de Zeus, Hera, mientras éste se dedicaba a saciar su sed libidinal con diferentes amantes. El mito indica que cuando Hera se enteró de esto, presa de la ira, condenó a Eco a que sólo pudiera repetir las últimas sílabas de cada palabra. De esta manera, por ejemplo, si Eco quería decir “Murciélago”, sólo podía pronunciar “ciélago” (hay otra variante del mito que dice que el castigo constaba en que Eco no podría hablar por sí sola y que sólo podría repetir lo que decían otros pero esta variante la utilizaré para escribir una nota sobre Cynthia Hotton).
Con todo, el castigo de la ninfa no acabó ahí, pues tuvo la desgracia de enamorarse de Narciso quien la rechazó burlándose de su dificultad en el habla, algo que hizo que Eco se recluyera para siempre en los bosques. Esta es una hermosa leyenda que explicaría por qué sentimos el eco de nuestra voz cuando proferimos algún sonido en el marco de un espacio verde abundante o en una geografía montañosa: se trata de la ninfa Eco que, guarecida allí y con su castigo a cuestas, sólo es capaz de reproducir las últimas sílabas de lo que oye. Ahora bien, usted preguntará atinadamente qué tipo de relación existe entre la cobertura al escándalo de wikileaks y el mito de Eco. Me permitiré la siguiente hipótesis al respecto: cuando los principales medios de la argentina destacaron las trivialidades de los informes de la diplomacia estadounidense no lo expusieron como el insólito eco que los funcionarios norteamericanos se hacían de las operaciones de prensa de poca monta a las que estamos acostumbrados. Más bien, dejaron entrever que tales informes no eran más que la confirmación de que lo que ellos decían era verdadero. Para ser más específicos: no se indicó que los diplomáticos poseen una ignorancia tan supina que consideran creíble la tapa de la revista Noticias en la que se sugería que CFK sufría de trastorno bipolar. En este sentido, presentaron como confirmación lo que fue simplemente un eco. Interpretaron que la opinión estadounidense era garantía y que además era una voz suficiente para dar por verdadero lo que hasta ahora había quedado en aquella tapa de una revista que hoy debe rondar los cestos de la sala de espera de las peluquerías. Así, se construyó un relato en el que había dos voces, la del periodismo argentino y la de los diplomáticos estadounidenses, cuando en realidad, había sólo una voz y la que aparecía como segunda y confirmatoria no era más que el eco de la primera. De este modo, llegamos a algo tan absurdo como considerar que el mito de Eco es verdadero y que, si gritamos en un bosque, lo que oímos no es nuestra propia voz sino la confirmación que realiza nuestro garante, la ninfa ignorada por Narciso.
(Hay quienes dicen que aún hoy día, funcionarios estadounidenses, toman nota de lo que algunos comunicadores argentinos vociferan para su tribuna en el bosque y que la transcripción de tales delirios están próximos a ser enviados secretamente a la oficina del Estado norteamericano para “confirmar” la misteriosa noticia vertida por una sagaz divo-periodista que afirma que, dentro del cajón, no estaba el cuerpo de Kirchner).

viernes, 3 de diciembre de 2010

La cláusula contra los ánimos destituyentes (publicado originalmente el 2/12/10 en Veintitrés)

La IV cumbre de UNASUR no sólo fue el ámbito donde se rindió un sentido homenaje a Néstor Kirchner sino que, además, significó la entrada en vigencia de uno de los puntos centrales de la agenda de la política continental del ex presidente argentino. Se trata de lo que se dio en llamar la “cláusula democrática”, la cual supone un paquete de medidas a utilizarse en caso de que en algún Estado corra serio peligro la continuidad del orden constitucional. De este modo, los intentos de golpe pueden tener como consecuencia formas de aislamiento que van desde la expulsión de UNASUR, el cierre de fronteras, el fin del intercambio comercial y diferentes tipos de sanciones diplomáticas y políticas. Sin duda, el episodio fallido de Ecuador y el golpe lamentablemente exitoso en Honduras aceleraron los tiempos y obligaron a una acción rápida de parte de todos los miembros de lo que empieza a erigirse como el espacio donde pueden profundizarse institucionalmente los nuevos vientos que soplan en estas latitudes. Pero más allá de lo estrictamente coyuntural, la cláusula democrática nos traslada al ámbito de interesantes discusiones algunas de las cuales tienen ya varios siglos. Tales controversias se dan en el ámbito de las propuestas internacionalistas en torno a bloques regionales en un momento muy particular, esto es, el de la crisis financiera del bloque europeo y la insólita adquisición de las recetas del Consenso de Washington que, a duras penas, pensábamos que se encontraban en algún “Outlet de discontinuados”.
La idea de poner en tela de juicio los límites políticos de los Estados-Nación tal como los conocemos, tiene varios antecedentes pero es de destacar el aporte de Immanuel Kant quien en 1795, en un pequeño librito llamando “Sobre la paz perpetua”, afirmaba que la única manera de acabar con la guerra y llegar a una paz duradera era a través de la formación de una Confederación, un bloque, en el cual los Estados miembros respetasen una serie de principios básicos. Ahora bien, el ingreso a tal Confederación no era irrestricto siendo el requisito más importante el de poseer un diseño institucional republicano y representativo. Ningún Estado que no sea republicano podía formar parte de la Confederación puesto que sólo en este sistema de gobierno, la ciudadanía, a través de sus representantes, gobierna. Dicho de otro modo, con importantes presupuestos racionalistas que luego serían desmentidos por la historia del nacionalismo, Kant consideraba que ningún pueblo elegirá ir a la guerra puesto que eso supone siempre costos materiales y humanos. En este sentido, son, justamente, los regímenes que hoy llamaríamos “no democráticos” los que, al estar gobernados por un sujeto o un grupo que toma las decisiones de forma inconsulta, resultan más proclives a estimular los conflictos. No hace falta demasiada teoría para dar cuenta de esto. Sin ir más lejos, recuérdese la historia argentina reciente en el que un General que no pasaría ni el más benevolente control de alcoholemia, valga la redundancia, “tomó” la decisión de hacer una guerra mandando chicos de 18 años muertos de frío al frente.
Más cercanos en el tiempo, la problemática de los requisitos para el ingreso a un bloque económico y político tiene ejemplos por doquier. Así, la disputa en Europa acerca del ingreso de Turquía pone sobre la mesa el fenomenal choque cultural entre un occidente pretendidamente laico y otro tipo de sociedades donde la separación entre la Iglesia y el Estado resulta, como mínimo, difusa. En este sentido, un teórico político norteamericano fallecido hace algunos años y que podríamos ubicar en la tradición socialdemócrata, John Rawls, se encarga, en la misma línea de Kant, de tratar de establecer un requisito preciso para lo que él llama, una eventual, “Sociedad de los pueblos”. Rawls, hijo de su época e hijo de su cultura, intenta formular una opción que pueda incluir dentro de un mismo bloque a pueblos de tradición occidental/cristiana y pueblos islámicos a los cuales se les exige como mínimo que posean un sistema de representación política que sin ser republicano y liberal posea canales en los que la ciudadanía toda pueda expresarse y donde se respeten los derechos humanos. En Latinoamérica, el choque religioso no resulta problemático más allá de que el peso de la religión resulta más importante en algunos países que en otros. Asimismo, los sistemas políticos resultan democráticos y representativos, más allá de que algunos trasnochados periodistas militantes de derecha confundan regímenes presidencialistas con autoritarismo.
Sin embargo, quizás debiéramos hacernos una pregunta inicial cuya respuesta no es trivial ni obvia, esto es: ¿qué es lo que haría que un Estado-Nación soberano eventualmente arriesgue al menos parte de su soberanía en pos de participar de un bloque junto a otros Estados? ¿Qué motivación tendría para hacerlo? Como suele ocurrir con muchos aspectos de nuestra vida, el gran estímulo es la posibilidad de comerciar para así confirmar una vez más aquel adagio milenario de “no importa de que hablan: piensan en dinero”.
La corriente liberal que en la Argentina ha tenido muchos cultores conoce bien este aspecto y muestra que el gran problema de la guerra es, más allá de las pérdidas en todo sentido, las dificultades que trae aparejadas para el comercio. De hecho, los liberales consideran que la necesidad de vender un producto hace que se estrechen vínculos de amistad y que pueblos que pudieran arrastrar odios ancestrales vean disminuir tales sentimientos en la medida en que efectúan actos comerciales que suponen crecimiento y bienestar.
Tomemos los casos más cercanos: la Unión europea tuvo su principal antecedente en la Comunidad del Carbón y Acero suscripta por seis países, y tras varias décadas de instituciones comunes y paulatino declive de barreras arancelarias, logró lo que para algunos hoy es su peor ancla: la unidad monetaria, el euro. Salvando las distancias, el Mercosur no fue más que un gran acuerdo económico. Pero, como lo muestra el ejemplo de UNASUR y la “cláusula democrática”, el vínculo económico no puede ser un fin en sí mismo, y el paso posterior parece ser el del acercamiento político y cultural. Sin embargo no puede desconocerse que aun con todas las ventajas que Latinoamérica tiene en relación con Europa, si lo económico no trae ya, de por sí, suficientes conflictos, los avances en torno a fomentar la convivencia armónica de diversas culturas y poner en tela de juicio la soberanía estatal con instituciones supranacionales que, por ejemplo, en el caso de una Corte Penal Regional, pudieran pasar por encima del sistema jurídico de algunos de los Estados-miembro, abre una infinita cantidad de interrogantes respecto al proceso de profundización de estos bloques.
Pero más allá de las naturales dificultades y aunque viene a paso lento, el impulso de esta “cláusula democrática” sumado a la inminente entrada en vigencia, refrendado por los parlamentos de 9 de los países miembros, del Tratado Constitutivo de UNASUR, parecen buenas señales para dejar bien en claro que aquellas intentonas golpistas y esa compulsión destituyente que aún existe en los países de la región, cada vez verá más acotada su posibilidad de éxito. Más compleja aún será, una vez profundizados los vínculos económicos y políticos, dar la batalla cultural pero no resultan menores los ánimos revisionistas que al menos en algunos países de la región han decidido comenzar esa disputa en torno a la verdades naturalizadas de la “historia oficial”. Esta disputa cultural que, alguien podrá decir, existió siempre, ahora tiene una ventaja: se va a realizar en un contexto donde parece existir la decisión política de dejar bien en claro que la democracia no es negociable.