lunes, 27 de abril de 2009

La candidata romántica (publicado originalmente el 27/4/09 en www.lapoliticaonline.com)

En la última semana se sucedieron una serie de hechos que desempolvaron la quietud del PRO. Así, mientras Michetti se decidía de una vez por todas a ser candidata, Macri debía enfrentar una batalla campal en Soldati y un escrache hacia su persona en la feria del libro en manos de un grupo de docentes de los bachilleratos. Dejando de lado la justificación o no de tales actos quisiera indagar en algunos presupuestos que se encuentran en la estrategia discursiva con que el PRO enfrentó estos sucesos.
Tanto en la campaña como una vez asumido el gobierno de la Ciudad, el PRO siempre ha utilizado una estrategia que le dio buen rédito frente a las manifestaciones en su contra: todas son “políticas” entendiendo por tal “guiadas por un interés faccioso que poco tiene que ver con lo real”. Parece ser que el gobierno de la Ciudad hace las cosas bien pero siempre se entromete “la política”. Ninguna crítica es objetiva. El gobierno citadino es ejemplar aun cuando subejecuta el presupuesto, no cumple con las promesas de campaña rezongando porque el Gobierno Nacional está poblado de gente diabólica. No es ineficiente, ni es incompetente. Todo eso es ideología de gente poseída por el izquierdismo. Seguir leyendo esta nota aquí

lunes, 13 de abril de 2009

Kirchner y el Duhaldismo cartesiano (publicado originalmente el 13/4/09 en www.lapoliticaonline.com)

A casi dos meses y medio de las elecciones legislativas, el escenario de candidaturas se encuentra lejos de estar estabilizado. Todos los actores apuestan y operan jugando a las escondidas buscando sacar un rédito porcentual: Kirchner todavía hace cuentas y se esperanza con que el instinto de supervivencia de los intendentes y gobernadores sumado a la verticalidad pegotista, le garantice estar por encima del piso histórico del partido y ser la primera minoría nacional. De Narváez, Solá y Macri son lo suficientemente mezquinos como para tirar por la borda el lánguido acuerdo electoral cuyo eje programático propositivo no excede un mapa en Internet en el que adolescentes aburridos hacen denuncias falsas y bromas. En el caso de la UCR y la CC, sus líderes no parecen estar a la altura de las circunstancias por diferentes razones: por un lado, la inestabilidad emocional de Carrió agudiza la paradoja de un discurso republicano en boca de una personalidad con autismo místico; por el lado de Cobos, su accionar es más propio de un timorato que de un estratega y cabe abrir un interrogante acerca de si es posible que lidere una democracia de partidos un hombre que toma decisiones independientemente de la plataforma por la que fue elegido y teniendo como único interlocutor a su propia conciencia.
En este contexto donde todos, por deporte, hacemos especulaciones pareciera ser que el escenario que hasta hace un mes era de tres grandes tercios poco a poco se va polarizando especialmente por la aceptable elección que haría De Narváez en la provincia de Buenos Aires. Si bien resulta claro que el kirchnerismo ganará en la suma total del país, una derrota en Provincia, más las previsibles en Santa Fe, Córdoba y Capital, abriría el corredor de salida hacia el fin del kirchnerismo. En este sentido cabe preguntarse si la estrategia de plebiscitar la gestión del gobierno es la adecuada o, en todo caso, a quién favorece. Sobre este punto hay varios aspectos que señalar. Seguir esta nota aquí

lunes, 6 de abril de 2009

El Alfonsín que queremos (publicado originalmente el 6/4/09 en www.lapoliticaonline.com)

Si bien resulta algo trillado, muchas veces suele olvidarse que el fin de una vida genera una sensibilidad extrema que compele a hacer de la memoria un receptáculo más selectivo de lo que comúnmente ya es. Probablemente, la irreversibilidad de la muerte, produce, además, una compasión especial hacia la persona que la ha sufrido. Llama la atención que todos los muertos, al fin y al cabo resultan ser buenas personas de lo cual se sigue que el mundo no estaba tan infestado de gente repudiable como uno pensaba. En este contexto, el caso de Alfonsín no podía ser distinto máxime a tres meses de una elección. Si bien, por suerte, en los últimos tiempos el homenaje fue rendido en vida con el busto levantado en la Casa Rosada por CFK y el pedido de disculpas de Kirchner tras haber afirmado de manera poco feliz, en el edificio recuperado de la ESMA, que era la primera vez que la democracia hacía algo a favor de la justicia y la memoria, resultó sorprendente la cobertura que los principales medios le dieron a la noticia y las decenas de miles de personas que acompañaron su entierro. Así, cuando se oyen títulos estruendosos como “prócer”, “padre de la democracia”, “el gran estadista”, etc, la primera pregunta que surge es por qué no lo votaron. Usted recordará bien que en 2001 Alfonsín se presentó como candidato a Senador por la provincia de Buenos Aires saliendo segundo con apenas el 15% de los votos muy lejos del primero, Duhalde. ¿Dónde estaban todos aquellos que no ahorran elogios sobre la tumba del caudillo radical? Seguir leyendo esta nota aquí