No cabe duda de que una de las noticas más estremecedoras de los últimos tiempos tiene que ver con la profundización del conflicto entre Venezuela y Colombia al cual se suma ahora Ecuador. Parecía claro que la intervención de Chávez como mediador en la liberación de los rehenes tendría un costo que le harían pagar en algún momento y que Uribe y Estados Unidos no permitirían fácilmente que el bolivariano se lleve todo el crédito ante la opinión pública mundial.
Como suele ocurrir en este tipo de cuestiones tan complejas, las razones de esta escalada que nos deja a las puertas de un conflicto bélico son varias. En primer lugar, Uribe, al menos en un primer momento, pareció no tener en cuenta las consecuencias que tendría para él la labor de Chávez. En este sentido el bolivariano resultó infinitamente más astuto. Pero, en segundo lugar, Chávez reacciona exageradamente al tomar como propia la violación a la soberanía ecuatoriana perpetrada por el ejército colombiano. Así, parece carecer de la suficiente razonabilidad que hace falta para darse cuenta que un conflicto bélico es funcional a los intereses norteamericanos que buscan desestabilizar la región. Por ello es que Chávez debería estar firme pero siempre por el camino de la diplomacia. Por otra parte, cabe preguntarse por qué el tema de las FARC cobra inusitada actualidad dado que hace 50 años que ocupan una porción importante del territorio colombiano y nada parece haber cambiado demasiado. Aquí también los factores pueden ser muchos pero no debemos obviar que Uribe busca un tercer mandato (por cierto, a diferencia de lo que ocurrió con Chávez, los medios de todo el mundo no acusan al colombiano de intentar perpetuarse en el poder) y que el tema “seguridad”, como bien lo sabemos, es un “caballito de batalla” para las elecciones en Latinoamérica. Por otra parte, como indicara Bush ayer sin tomar plena conciencia de lo que estaba afirmando, el asesinato de Reyes es la retribución que Colombia le da a Estados Unidos a cambio de la ratificación del tratado de libre comercio que debe aprobar el parlamento norteamericano. Pero no me quiero extender en estos temas sobre los cuales ya hay mucho escrito. Quiero detenerme en la cuestión de la guerra preventiva dado que la lucha contra el terrorismo será una de las razones por la cual tal vez se la intente utilizar contra Venezuela y Ecuador. La guerra preventiva, es algo que se ha puesto muy de moda en estos últimos años pero que se encuentra presente en la historia del pensamiento occidental desde hace ya mucho tiempo (pienso, por ejemplo, en Kant). Dicho de manera muy poco técnica, la guerra preventiva se da cuando un Estado se ve amenazado y tiene pruebas de que esa amenaza se concretará. Dado esto, resulta justificado que el Estado amenazado ataque antes sin esperar a que lo haga primero el enemigo. Hagamos una analogía con una situación en la cual podemos estar inmersos alguna vez: si yo soy robado por alguien que tiene un arma cargada y no tengo todo el dinero que esa persona requiere, de lo cual se sigue que existen amplias posibilidades de que esa persona gatille, resulta justificado que, si yo tengo un arma y puedo dispararla primero, lo haga. Es decir, el riesgo que supone dejar que el ladrón dispare antes que yo es lo suficientemente grande como para que mi intervención se lo impida aún si esto lo lleva a la muerte. De hecho este tipo de situaciones están tipificadas en el código penal como “legítima defensa”.
Creo que en principio nadie puede estar en desacuerdo con la guerra preventiva. Sin embargo, dado que ha sido el argumento de Bush y que éste ha abusado de esta idea en su incursión a Medio Oriente tendemos a pensar, lo cual es políticamente muy correcto, que la idea de guerra preventiva es nefasta. Sin embargo, insisto, cuando uno la analiza bien parece de lo más razonable. Pero hay un elemento que no tiene que ver estrictamente con el concepto de la guerra preventiva pero que debe estar presente para su justificación. Me refiero a “las pruebas”. Tenía que haber pruebas de la construcción de armas de destrucción masiva para que se justificara la invasión a Irak (pero no las hubo y ni siquiera tuvieron la “decencia” de inventarlas). También tenía que haber pruebas suficientes de que el ladrón iba matarme. Eso hay que probarlo y no es fácil. En el caso de lo ocurrido en Ecuador comienza a transitarse un camino similar al de Medio Oriente. Hay que justificar una guerra que acabaría con los gobiernos de Chávez y Correa y para eso, de manera insólita se afirma que en el bombardeo que acabó con los guerrilleros de las FARC, se salvaron unas computadoras con archivos y fotos que muestran que los gobiernos de Venezuela y Ecuador colaboran material y espiritualmente con las FARC, que las FARC poseen misiles poderosísimos y que habrían comprado Uranio para hacer una bomba atómica “sucia” (supongo que habrán encontrado una factura de “Fabricaciones Chávez” que indica algo así como “Señor: Reyes y Marulanda; Domicilio: La selva; Mercadería: 50 kilos de Uranio; Monto: millones de dólares).
Las aparentes pruebas son insólitas lo cual no invalida que tal vez haya conexiones non sanctas entre los gobiernos en cuestión y las FARC. Pero eso hay que probarlo y para ello no se puede caer en esa falacia tan familiar que nos dice “dado que no se pudo probar que no hay conexiones, entonces las hay” (es la misma que dice que Dios existe porque nadie pudo probar que no existe). En este sentido, el acento no debe ponerse en el concepto de guerra preventiva. Más bien debería ponerse en si existen pruebas que justifiquen tal acción.
Como suele ocurrir en este tipo de cuestiones tan complejas, las razones de esta escalada que nos deja a las puertas de un conflicto bélico son varias. En primer lugar, Uribe, al menos en un primer momento, pareció no tener en cuenta las consecuencias que tendría para él la labor de Chávez. En este sentido el bolivariano resultó infinitamente más astuto. Pero, en segundo lugar, Chávez reacciona exageradamente al tomar como propia la violación a la soberanía ecuatoriana perpetrada por el ejército colombiano. Así, parece carecer de la suficiente razonabilidad que hace falta para darse cuenta que un conflicto bélico es funcional a los intereses norteamericanos que buscan desestabilizar la región. Por ello es que Chávez debería estar firme pero siempre por el camino de la diplomacia. Por otra parte, cabe preguntarse por qué el tema de las FARC cobra inusitada actualidad dado que hace 50 años que ocupan una porción importante del territorio colombiano y nada parece haber cambiado demasiado. Aquí también los factores pueden ser muchos pero no debemos obviar que Uribe busca un tercer mandato (por cierto, a diferencia de lo que ocurrió con Chávez, los medios de todo el mundo no acusan al colombiano de intentar perpetuarse en el poder) y que el tema “seguridad”, como bien lo sabemos, es un “caballito de batalla” para las elecciones en Latinoamérica. Por otra parte, como indicara Bush ayer sin tomar plena conciencia de lo que estaba afirmando, el asesinato de Reyes es la retribución que Colombia le da a Estados Unidos a cambio de la ratificación del tratado de libre comercio que debe aprobar el parlamento norteamericano. Pero no me quiero extender en estos temas sobre los cuales ya hay mucho escrito. Quiero detenerme en la cuestión de la guerra preventiva dado que la lucha contra el terrorismo será una de las razones por la cual tal vez se la intente utilizar contra Venezuela y Ecuador. La guerra preventiva, es algo que se ha puesto muy de moda en estos últimos años pero que se encuentra presente en la historia del pensamiento occidental desde hace ya mucho tiempo (pienso, por ejemplo, en Kant). Dicho de manera muy poco técnica, la guerra preventiva se da cuando un Estado se ve amenazado y tiene pruebas de que esa amenaza se concretará. Dado esto, resulta justificado que el Estado amenazado ataque antes sin esperar a que lo haga primero el enemigo. Hagamos una analogía con una situación en la cual podemos estar inmersos alguna vez: si yo soy robado por alguien que tiene un arma cargada y no tengo todo el dinero que esa persona requiere, de lo cual se sigue que existen amplias posibilidades de que esa persona gatille, resulta justificado que, si yo tengo un arma y puedo dispararla primero, lo haga. Es decir, el riesgo que supone dejar que el ladrón dispare antes que yo es lo suficientemente grande como para que mi intervención se lo impida aún si esto lo lleva a la muerte. De hecho este tipo de situaciones están tipificadas en el código penal como “legítima defensa”.
Creo que en principio nadie puede estar en desacuerdo con la guerra preventiva. Sin embargo, dado que ha sido el argumento de Bush y que éste ha abusado de esta idea en su incursión a Medio Oriente tendemos a pensar, lo cual es políticamente muy correcto, que la idea de guerra preventiva es nefasta. Sin embargo, insisto, cuando uno la analiza bien parece de lo más razonable. Pero hay un elemento que no tiene que ver estrictamente con el concepto de la guerra preventiva pero que debe estar presente para su justificación. Me refiero a “las pruebas”. Tenía que haber pruebas de la construcción de armas de destrucción masiva para que se justificara la invasión a Irak (pero no las hubo y ni siquiera tuvieron la “decencia” de inventarlas). También tenía que haber pruebas suficientes de que el ladrón iba matarme. Eso hay que probarlo y no es fácil. En el caso de lo ocurrido en Ecuador comienza a transitarse un camino similar al de Medio Oriente. Hay que justificar una guerra que acabaría con los gobiernos de Chávez y Correa y para eso, de manera insólita se afirma que en el bombardeo que acabó con los guerrilleros de las FARC, se salvaron unas computadoras con archivos y fotos que muestran que los gobiernos de Venezuela y Ecuador colaboran material y espiritualmente con las FARC, que las FARC poseen misiles poderosísimos y que habrían comprado Uranio para hacer una bomba atómica “sucia” (supongo que habrán encontrado una factura de “Fabricaciones Chávez” que indica algo así como “Señor: Reyes y Marulanda; Domicilio: La selva; Mercadería: 50 kilos de Uranio; Monto: millones de dólares).
Las aparentes pruebas son insólitas lo cual no invalida que tal vez haya conexiones non sanctas entre los gobiernos en cuestión y las FARC. Pero eso hay que probarlo y para ello no se puede caer en esa falacia tan familiar que nos dice “dado que no se pudo probar que no hay conexiones, entonces las hay” (es la misma que dice que Dios existe porque nadie pudo probar que no existe). En este sentido, el acento no debe ponerse en el concepto de guerra preventiva. Más bien debería ponerse en si existen pruebas que justifiquen tal acción.
25 comentarios:
respecto a la encuesta,prefiero la tercera,a full!!!
Había decidido hace un tiempo no pensar más la política. Pero todo
indica que es imposible. De forma sucinta: estoy de acuerdo con el artículo.
Pero el tema es complejo…no es lineal la cuestión. Por ejemplo:
Chavez es un bocón que se adjudica ser el heredero de Fidel, un delirio. Pero, pero, pero
considero, diferente a vos, entre otras cosas, que no estuvo mal al colocar las tropas en la frontera (la paz es hermosa, pero no vivimos en paz, vivimos en estado de guerra –es mi pensar), porque si hay un tratado y un País es invadido, y son asesinado 18 hombres (creo que ese es el número), entonces todos fuimos invadidos. Lo mismo pienso de Irak, al tirar una bomba en Bagdad es una bomba a toda la humanidad.
Ya lo sé: muy utópico, quizá. Y es más complejo mi parecer, pero no puedo exprimir en este momento todo. Saludo!
Dante, es una opinión muy interesante y muy rica. Voy a tocar primero un tema tangente a lo que decís en el texto: Foucault en algún lugar (no recuerdo dónde) habla sobre los conceptos vacíos, como si fueran receptáculos donde uno pone un contenido que hasta puede diferir cuantiosamente del contenido que le imponga otro. Entonces, si bien es cierto que este tema de la guerra preventiva en antiquísimo (antes de Kant, pensemos en Hobbes), uno no podría admitir que salga Chavez a decir que va a invadir Colombia porque se siente amenazado. Uno no podría admitirlo sólo por una cuestión (absolutamente oscura e indenifible): por afinidad ideológica. Uno no puede esperar que Chavez utilice los mismos argumentos que puede utilizar el Imperio (¡Que palabra tan leninista!).Chavez reaccionó exageradamente. Es cierto. Chavez siempre reacciona de manera exagerada. Ahora, en este mismo momento, Correa en Venezuela, vuelve a radicalizarse (porque parecía que luego de su encuentro con Lula había paños más fríos). Nicaragua también echó al embajador colombiano. La verdad es que si todo esto sigue así se vuelve a dar la misma película de siempre titulada “Todos pierden, EE.UU. gana”. Es la excusa perfecta para que el país del norte vuelva a poner su atención en Latinoamérica. Sobre todo ahora que cambia la administración y van a tener un presidente negro (sí, escribí “negro”, nada de eufemismos progresistoides como “afroamericano”), que en definitiva es el sueño de todos los cineastas que han hecho películas sobre la casa blanca y han puesto en el despacho oval a negros. También es cierto, y con esto concluyo, que a Chavez una guerra le cuadra perfectamente: envía al ejercito a realizar su actividad principal y lo saca de todas las actividades civiles que están realizando por ser el único aparato del país con una logística especializada (ustedes piensen que Venezuela es uno de los países menos urbanizado de la América Latina), termina de cerrar una causa nacional y consolida un centralismo mas fuerte, propio de los caudillajes latinoamericanos. De cualquier manera, y esta es mi opinión, una guerra en el norte de nuestra Sudamérica, es una guerra fraticida. Detesto a los pacifistas, pero más detesto las guerras fraticidas.
Un saludo, Fernando…
Gracias por el aporte Fernando. Abrazo.
Dante querido me alegro que toques este tema, aqui desde Mexico, los medios lo levataron con mucha relevancia, planteando el hipotetico conflicto regional.
Para mi el eje Havana-Caracas-Buenos Aires se esta debilitando. El sueño de la nueva izquierda latinoamerica marketineada por Chavez, los K y Fidel esta en sus ultimos dias.
Llego la hora de la verdad, Cuba afronta la transición politica porque la economica ya se dio, Venezuela tiene que decidir que hacer con el compañero Chavez: moderarlo o conflicto regional y gastar el arsenal que se compro con sus petro dolares, son sus opciones. La querida argentina ...se lo dejo a ustedes que estan mas cerca. Cuales piensan que seran las salidas de estos escenarios? mas democracia participativa o neoliberalismo fragmentario? New Left or Old Right? Pero mientras los ratones juegan, EE.UU esta en elecciones y por ahora solo por ahora, no se definira una posicion concreta sobre estos temas para su patio trasero. Aunque los taratados de libre comercio como señalaste y los enfoques economicos surgidos de los 90 siguen marcando su (y nuestro ) horizonte politico en las politicas concernientes a dicho patio.
Aqui en Mexico si se ven los efectos de los tratados de libre comercio, la unica industria nacional que sostiene la economia es el Narcotrafico y la Migración.
Saludos, Dante sempre avanti!!!
Victor querido: qué alegría saber de vos. Como bien decís, sos un testigo directo de los tratados de libre comercio. Espero que sigas entrando para comentar cómo se ve todo desde allá. Abrazo grande grande!!
Dante, gracias por este post. Me hizo enojar, no estuve de acuerdo en el planeteo, pero me resulta altamente saludable pensar aún en las disidencias. Esperaba esto de tu blog más allá de la legión de admiradoras declarándote su amor...Me gustó mucho el aporte de Fernando y de Víctor desde "el lugar de los hechos".
Gracias Theresa. Si se generan enojos respetuosos que invitan a pensar y que resultan productivos,como los tuyos, quiere decir que estamos logrando en el blog un buen clima. Con menos insultos y con menos amigotes aduladores como sucede en otros lados, podremos hacer de esto algo útil. Beso grande
En el programa de Grondona hay un debate sobre la crisis en el Caribe. Participa el diputado por la Coalición Cívica Fernando Iglesias. E insiste con unas pocas pero sencillas ideas: Chavez es un peligro para la región, comparable en su nocividad con Bin Laden y Saddam Hussein (sólo le falta agregar que forman parte del Eje del Mal). Las FARC no son fuerzas insurgentes sino terroristas. Todos sabemos que en el mundo hay una guerra contra el terrorismo, como constatamos en el párrafo anterior. Hay que ser serios, señores. Y modernos. El presidente de Colombia tan sólo ejerce la legítima defensa del pueblo colombiano contra los terroristas. Los colombianos están hartos de las FARC (que, insiste Iglesias cada vez que las nombra, son terroristas y no insurgentes) y habría que estar en el lugar de ellos para comprender que a veces es necesario defenderse con energía (sólo le falta agregar, “como tuvimos que defendernos nosotros de la agresión terrorista en los 70 y sufrimos la incomprensión del resto del mundo, como ahora sufren las fuerzas colombianas").
Efectivamente Oscar es como vos indicás. Yo agregaría una cosa que me llamó la atención hace unos días y que ayer provocó que Fernando Iglesias tuviera que mentir en cámara. Uno de los panelistas le recordó a Iglesias un exabrupto de Carrió apenas sucedida la violación de soberanía a Ecuador. Ella dijo, palabras más palabras menos, que se habían metido en territorio ecuatoriano pero "sólo 2 kilometros" y que al, fin de cuentas, dos kilómetros en la selva no es nada......
Me hace acordar a Brandoni, en la película que recordarás, cuando hablando de su hija, Andrea del Boca, dice "ella está bien, sólo un poquito embarazada"
Iglesias negó los dichos de Carrió que fueron transmitidos en vivo. Pero eso sí: es un señor muy centrado digno de futuros paneles televisivos
Lo asombroso, Dante, es que un discurso político tan a la derecha del mundo actual (nadie excepto Uribe y Washington acepta caracerizar a las FARC como terroristas, ni la Unión Europea ni los otros gobiernos latinoamericanos), que un discurso tan alineado con el de el presidente saliente de USA, tenga eco en sectores de la Argentina que se consideran progresistas y modernos, y que se burlan de todo gesto de integración de Argentina con los paises de la región. Hasta dónde llegará el giro a la derecha de Carrió? Hasta dónde la seguirán los modernos republicanos argentinos?
saludos, Dante
Iglesias dijo todavía una burrada más: que Latinoamérica tendría que aprender a resolver sus conflictos pacíficamente, como lo ha hecho Europa: se ve que el hombre se pasó por alto varios capítulos de la historia del siglo XX.
con menos gente elitista,con menos profesores babosos(no me refiero a vos)con menos gente con ganas de perder el tiempo,con menos gente que se crea muy fuerte como para llamar la atención(pero que no se anima a firmar con su nombre)con menos prostitutas,este blog realmente va a funcionar.
suerte que se están dando cuenta, y van desapareciendo.
babel,es dificil no pensar en la politica,es el motor de todo.todo es politica,por mucho que pese...
la utopía esta bien,nadie dice ni puede decir que está mal,despues de todo...muchas cosas se lograron por tener ideas utopicas e idealistas.
theresa,se quedo con las ganas de declararse a Dante,sino no le moelstaria para nada esos comments,antes se reiria como yo.
pero,hay que reconocer que la hace bien,con esas cosas que deja,logra que Dante le responda.
con menos obsecuentes y cómplices de este gobierno de ladrones y corruptos, con menos prejuiciosos, con menos pendejos pelotudos y minitas tilingas que se creen cualquiera y no pueden percibir absolutamente nada que vaya un poco mas allá de sus narices, este blog va a funcionar
bueno,ya basta de esto y a leer el articulo de Dante,sino se va a querer matar,siempre terminamos con lo mismo!y él..no es exactamente la clase de persona que se interesa por las peroratas de la moralidad.
xxx, ni en pedo pienso leer el artículo de dante, y en cuanto a que no se preocupa por cuestiones de moralidad -supongo que lo dirás irónicamente- ya me había dado cuenta, de otra forma no se explica su defenza de este gobierno basura.
Anónimo: exacto, mientras pensaba “no pensar más la política” al mismo tiempo pensaba: es una falacia. Lo se., sólo un día, por un momento, uno se quiere engañar y se dice: no voy a pensar más en política, en nada (creo que fue luego de la renuncia de Fidel…cierta melancolía…). Y ahí llega la invasión a Ecuador, Colombia como representante de la muerte, y Venezuela que coloca sus tropas en la frontera.
Siguiendo con el artículo, no intuí una guerra. Entre otras cosas, Brasil es decisivo a la hora de regular la política de la región, y no iba a inclinarse para el lado bélico.
Anónimo: También tenés razón sobre la utopía, claro.
No se que esperan encontrar ya que -por si no se dieron cuenta-es el blog de Dante.
Ni en pedo lo leen,pero no dejan de tenerlo en cuenta y de pasar para comentar.Es adicción?
Saludos Dante,linda nota.
"...el acento no debe ponerse en el concepto de guerra preventiva. Más bien debería ponerse en si existen pruebas que justifiquen tal acción."
Muy buena conclusión.La verdad, es una de las tantas cosas que se hacen sin tener en cuenta su verdadero uso y significado.
Gracias Girasol por todos tus razonables comentarios. Espero que sigas interviniendo. Saludos
jajajajajajajaja! Dante que buen análisis...
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