Desde hace más de un mes que estoy siguiendo el programa que Longobardi conduce por C5N. Y en sucesivas emisiones noté algo que me llamaba la atención. Longobardi le preguntaba a la mayoría de sus invitados si gobernaba Cristina o Kirchner. Lo preguntaba siempre al final de la entrevista suponiendo quizás que la respuesta a esa pregunta tenía implicancias tan obvias que no hacía falta seguir hablando. “Kirchner” era la respuesta y lo que seguía era el corte y la pauta publicitaria. Se sabe que Longobardi es un operador por ello siempre es bueno escucharlo con detenimiento. Sin embargo con el correr de las semanas otras voces retomaron el tema. Primero fue Carrió quien dijo en Clarín que la “Casa rosada es una vicaría vacía (…) El poder sigue estando en manos de Kirchner”. Algunos días después, fue Duhalde que, algo crispado por la reorganización de un peronismo que parece tener espacio para muchos pero no para él, dio una entrevista y afirmó que “Cristina no está preparada para gobernar” y que existe en el gobierno un “doble comando”, lo cual quiere decir, más bien, un único comando liderado por Kirchner.
Tanta insistencia en este tema me llevó a preguntarme quién gobernaba y no hallé una respuesta de la cual pueda estar plenamente seguro. Más bien supongo que, en todo caso, siempre debe haber habido un “doble comando” aún cuando el presidente era Kirchner. Lo supongo pues se trata de dos personas que han militado y hecho política juntas desde hace tiempo y que tienen la particularidad de compartir la alcoba. Mi sentido común me dice que un matrimonio de políticos debe consultarse mutuamente las decisiones. Sin embargo éstas son simples especulaciones difícilmente comprobables. Por ello me llama la atención cuando algunos muy sueltos de cuerpo afirman con certeza que gobierna tal o cual. Lo que sí me parece interesante, aunque también resulta incomprobable por definición, es plantear el siguiente contrafáctico: ¿estarían diciendo lo mismo si la que primero hubiera ocupado el cargo hubiera sido ella y ahora fuese él el recién asumido? Tengo la sensación que allí el diagnóstico sería distinto probablemente por cierto imaginario misógino de algunos personajes de la actualidad. A pesar de que muchas veces se critica el mal carácter de Cristina en un sentido se la sigue considerando mujer, es decir, débil. Si su gobierno es bueno será que un hombre está detrás y si su gobierno es malo seguramente buena parte de su fracaso se justificará por el hecho de que por ser mujer ni siquiera pudo hacer un buen gobierno con un hombre atrás. En ese sentido, Cristina no tiene escapatoria y aún haciendo un buen gobierno no se le reconocerá mérito.
Pero digamos también que estas afirmaciones no son inocentes y que más que apuntar a desestabilizar el presente se dirigen al 2011. En ese sentido, la idea de doble comando es funcional a un desgaste de los dos: si es él el que gobierna en las tinieblas (aunque las oficinas de Puerto Madero parecen tener demasiada visibilidad) será él quien pague los costos ante un posible intento de buscar la presidencia en 2011. Evidentemente, hay muchos sectores que temen que Kirchner vuelva en el 2011 a tal punto que arremeten con pedidos disparatados como el que formulara Grondona un día antes de las elecciones cuando exhortaba a la Corte Suprema a que considerara a Cristina y a Kirchner como una misma persona (SIC) (pues ella había sido “puesta” por él) y que, por ello, ambos deberían tener vedadas las posibilidades de reelección en 2011. (La Nación, 9/12/07). Más allá del insólito pedido de Grondona y de este monstruo de dos cabezas en el que se habrían transformado los Kirchner, quisiera detenerme en la cuestión principal. Esta se puede formular así: aún suponiendo que efectivamente las decisiones las toma Kirchner y que Cristina es un simple títere: ¿cuál sería el problema de que esto fuese así?
Dicho de otro modo, en términos prácticos, ¿afectaría en algo al destino de la Argentina el hecho de que las decisiones las tomara él, ella, los asesores de cada uno de ellos o Alberto Fernández? Lo mismo sería. De hecho tal vez la mayoría de las decisiones son tomadas o influenciadas por personas distintas de las que votamos. Lo que importará será si estas decisiones son buenas o malas. Pero este punto nos traslada a otra perspectiva en la que el doble comando podría ser criticado: se trata de lo que tiene que ver con la legitimidad. En este sentido alguien podría decir que está de acuerdo con que no importe si es ella o él pero que, al fin de cuentas, si alguien no fue elegido por el pueblo no tiene legitimidad para mandar. Ese punto parece más razonable y la historia argentina nos puede señalar varios ejemplos. Algunos dicen que el último Perón se encontraba influenciado por López Rega. López Rega era un personaje siniestro y aún si hubiera tomado decisiones correctas (cosa que no hizo), no lo hubiera hecho bajo la legitimidad democrática del apoyo popular. Allí el doble comando sí que era un problema. Sin embargo no lo fue cuando Perón puso a Cámpora: todo el mundo sabía que con Cámpora en el gobierno, Perón estaría en el poder. En este caso, Perón, sin haber sido elegido directamente por el pueblo gozaba de la legitimidad política para tomar las decisiones de Estado. En el caso de Cristina y Kirchner creo que sucedería algo similar: todas las encuestas mostraban que de haberse presentado Kirchner hubiera sacado mucho más votos que su esposa. En este sentido si fuese él quien tomara las decisiones gozaría de la legitimidad del pueblo más allá de que en las urnas se votó por ella y no por él.
En este sentido, una vez más, algunos partidos de oposición y algunos comunicadores le realizan un gran favor al gobierno. Destacando debilidades donde no las hay o exhibiendo problemas que no son tales no hacen más que perder credibilidad ante la opinión pública y postergar el tratamiento de los problemas reales que el gobierno debe atender. Al fin de cuentas, la ubicuidad del rezongo por el rezongo mismo ayuda al rezongado pues si la alarma suena siempre no sabremos cuándo estar preocupados.
Tanta insistencia en este tema me llevó a preguntarme quién gobernaba y no hallé una respuesta de la cual pueda estar plenamente seguro. Más bien supongo que, en todo caso, siempre debe haber habido un “doble comando” aún cuando el presidente era Kirchner. Lo supongo pues se trata de dos personas que han militado y hecho política juntas desde hace tiempo y que tienen la particularidad de compartir la alcoba. Mi sentido común me dice que un matrimonio de políticos debe consultarse mutuamente las decisiones. Sin embargo éstas son simples especulaciones difícilmente comprobables. Por ello me llama la atención cuando algunos muy sueltos de cuerpo afirman con certeza que gobierna tal o cual. Lo que sí me parece interesante, aunque también resulta incomprobable por definición, es plantear el siguiente contrafáctico: ¿estarían diciendo lo mismo si la que primero hubiera ocupado el cargo hubiera sido ella y ahora fuese él el recién asumido? Tengo la sensación que allí el diagnóstico sería distinto probablemente por cierto imaginario misógino de algunos personajes de la actualidad. A pesar de que muchas veces se critica el mal carácter de Cristina en un sentido se la sigue considerando mujer, es decir, débil. Si su gobierno es bueno será que un hombre está detrás y si su gobierno es malo seguramente buena parte de su fracaso se justificará por el hecho de que por ser mujer ni siquiera pudo hacer un buen gobierno con un hombre atrás. En ese sentido, Cristina no tiene escapatoria y aún haciendo un buen gobierno no se le reconocerá mérito.
Pero digamos también que estas afirmaciones no son inocentes y que más que apuntar a desestabilizar el presente se dirigen al 2011. En ese sentido, la idea de doble comando es funcional a un desgaste de los dos: si es él el que gobierna en las tinieblas (aunque las oficinas de Puerto Madero parecen tener demasiada visibilidad) será él quien pague los costos ante un posible intento de buscar la presidencia en 2011. Evidentemente, hay muchos sectores que temen que Kirchner vuelva en el 2011 a tal punto que arremeten con pedidos disparatados como el que formulara Grondona un día antes de las elecciones cuando exhortaba a la Corte Suprema a que considerara a Cristina y a Kirchner como una misma persona (SIC) (pues ella había sido “puesta” por él) y que, por ello, ambos deberían tener vedadas las posibilidades de reelección en 2011. (La Nación, 9/12/07). Más allá del insólito pedido de Grondona y de este monstruo de dos cabezas en el que se habrían transformado los Kirchner, quisiera detenerme en la cuestión principal. Esta se puede formular así: aún suponiendo que efectivamente las decisiones las toma Kirchner y que Cristina es un simple títere: ¿cuál sería el problema de que esto fuese así?
Dicho de otro modo, en términos prácticos, ¿afectaría en algo al destino de la Argentina el hecho de que las decisiones las tomara él, ella, los asesores de cada uno de ellos o Alberto Fernández? Lo mismo sería. De hecho tal vez la mayoría de las decisiones son tomadas o influenciadas por personas distintas de las que votamos. Lo que importará será si estas decisiones son buenas o malas. Pero este punto nos traslada a otra perspectiva en la que el doble comando podría ser criticado: se trata de lo que tiene que ver con la legitimidad. En este sentido alguien podría decir que está de acuerdo con que no importe si es ella o él pero que, al fin de cuentas, si alguien no fue elegido por el pueblo no tiene legitimidad para mandar. Ese punto parece más razonable y la historia argentina nos puede señalar varios ejemplos. Algunos dicen que el último Perón se encontraba influenciado por López Rega. López Rega era un personaje siniestro y aún si hubiera tomado decisiones correctas (cosa que no hizo), no lo hubiera hecho bajo la legitimidad democrática del apoyo popular. Allí el doble comando sí que era un problema. Sin embargo no lo fue cuando Perón puso a Cámpora: todo el mundo sabía que con Cámpora en el gobierno, Perón estaría en el poder. En este caso, Perón, sin haber sido elegido directamente por el pueblo gozaba de la legitimidad política para tomar las decisiones de Estado. En el caso de Cristina y Kirchner creo que sucedería algo similar: todas las encuestas mostraban que de haberse presentado Kirchner hubiera sacado mucho más votos que su esposa. En este sentido si fuese él quien tomara las decisiones gozaría de la legitimidad del pueblo más allá de que en las urnas se votó por ella y no por él.
En este sentido, una vez más, algunos partidos de oposición y algunos comunicadores le realizan un gran favor al gobierno. Destacando debilidades donde no las hay o exhibiendo problemas que no son tales no hacen más que perder credibilidad ante la opinión pública y postergar el tratamiento de los problemas reales que el gobierno debe atender. Al fin de cuentas, la ubicuidad del rezongo por el rezongo mismo ayuda al rezongado pues si la alarma suena siempre no sabremos cuándo estar preocupados.
27 comentarios:
Me parece que si hay algo que está claro es que Cristina no es una mujer ni que se destaque por su incapacidad intelectual y política, ni que le falten ovarios como para gobernar. Sí se puede discutir sobre sus intereses y su proyecto político, pero definitivamente no se destaca por deficiencia mental. Así que, desubicadísimo el comentario de Duhalde.
Más allá de las críticas que se le puedan hacer a Cristina (y seguro que las hay, sólo que no soy la más experta para hablar de ello), le daré todo mi apoyo cada vez que salte un pelotudo a putear contra la primera presidente mujer en muchos años. Porque es posible que haya llegado a donde llegó por casarse con un político de carácter… Pero no porque ella sea incapaz, sino porque lamentablemente está lleno de retrógrados y misóginos. Y me calenté! Jajaj así que me fui.
Chuas Dante!
L.
Pd: es presidentE, y no presidentA ¿Qué necesidad de apelar reactivamente encajando una A en un adjetivo que es invariable (o decimos caminantA y cantantA??) y que, encima, queda fea?
Pd2: uy, esto es muy largo... me dan fiaca los comentarios largos. pero bueh... jeje
A ver... Dante, intento releer este post y me enriedo en tus palabras (qué poético, no?).Decís: "¿Afectaría en algo al destino de la Argentina el hecho de que las decisiones las tomara él, ella, los asesores de cada uno de ellos o Alberto Fernández? Lo mismo sería. De hecho tal vez la mayoría de las decisiones son tomadas o influenciadas por personas distintas de las que votamos. Lo que importará será si estas decisiones son buenas o malas". ¿Realmente pensás así? Entonces, ¿todo se reduce casi a un resultadismo bilardista? Me extraña de un filósofo. Demasiado pragmático para mí gusto. (Eso sí, todo dicho con onda).
Hola "no resiste": tenés razón. Es algo bilardista. Pero a mí siempre me gustó el narigón y, por supuesto, soy fanático del gran Marcelo bielsa. Además al menottismo no lo veo para la política...Saludos!!
Pragamtico maricon, a ver si te da lo mismo que te meta el dedo en el culo un tipo o una mina!!!!!!!!!!Besos
No resiste:
creo que el asunto no es el resultadismo. dado que en política la evalucación de los resultados están sujetos a los intereses de los diversos sectores de la sociedad. No hay "resultados" objetivos. Para poner un solo ejemplo, el propiciar los juicios a los críminales de la dictadura, o el endurecer las penas para los delincuentes comunes, o el criminalizar los conflictos sociales pueden ser buenos resultados para algunos y malos para otros.
Pero lo interesante que el artículo de Dante plantea es que cuando se dice "quién gobierna?" parece que se tiene una concepción subjetivista del poder, como si el poder emanara de la voluntad de la presidenta o de quien ejerce el ejecutivo. En realidad los poderes no se encuentran ni surgen de un solo lugar. Lo que se hace en política es intervenir, responder, propiciar tendencias, tratar de impedir otras, articular alianzas para enfrentar poderes adversos, definir el campo de los aliados y los oponentes.
Eso no lo hace nunca una persona sola (el tiempo de la monarquía ya pasó), aunque una persona condense y simbolice durante un cierto tiempo el rumbo de un proyecto.
Lo que parece estar claro en este caso concreto es que Cristina y Kirschner conforman una sociedad política, impulsan un mismo proyecto que, por otra parte, no podría seguir adelante si no contara con el apoyo de amplios sectores. Obtener esos apoyos, darles un cauce: me parece que eso es gobernar.
claramente, la palabra correcta es "presidenta". podés buscarla en el diccionario de la RAE:
http://buscon.rae.es/draeI/
no existe la palabra "caminanta" ni "cantanta", pero existe la palabra "sirvienta", que es el femenino de "sirviente". y si podemos decir "sirvienta" sin que nadie se horrorice por eso, entonces supongo que podemos decir "presidenta" sin que nadie se horrorice tampoco. el español es una lengua viva y cuando se nos cante empezar a decir "cantanta", podremos hacerlo. nada lo impide.
besos. julieta.
pd.: también existe la palabra "gobernanta". y supongo que debe haber muchos otros ejemplos como éstos. está claro que sirvientas hubo siempre y que por eso la palabra "sirvienta" no nos suena rara. pero presidentas hubo poquísimas (casi ninguna) (apenas hace medio siglo que las mujeres votamos) y por eso suena extraña. tal vez, se trate de que empiece a haber cada vez más mujeres en todos lados para que el idioma español (y sus hablantes y hablantas) vaya actualizándose y adaptándose para no convertirse en una lengua muerta.
saludos. julieta.
jajajaj julieta, sirvienta tambien suena horrible. pero todo bien...
L.
Oscar Cuervo si tenés alguna idea de lo que piensa Cristina como entidad propia y no ligada a un proyecto político que tampoco me queda claro, agradecería que nos lo cuentes. Francamente, nunca escuché un proyecto de su boca. Más allá del cambio de lamparitas...
1. Kirchner nunca creyó la transversalidad que impulsó, pero fue una buena jugada política: entretuvo a todos los políticos con eso durante 4 años.
2. Repite pero con el PJ: por lo menos se aseguró un año en que todos estén pendientes de cómo acomodarse en el partido... Así, quizás un año crítico para su mujer, pasará haciendo la plancha. Ningún "gordo", ni intendente ni gobernador se le va a plantar, porque todos estarán pendientes de qué asiento le toca.
En cuanto a resultados... no me refería a positivo o negativo, sino al pragmatismo de nuestro filósofo Dante. Para resultadistas tenemos a los político, de Dante espero una discusión de filosofía dela política.
ok....hace varios años en convenio con diferentes colegios y organismos...se organizó un curso de formación análogo a lo que debería ser la ONU..recuerdo lo primero que me dijeron: al presidente..sea hombre o mujer..se le dice PRESIDENTE...porque es un título...un cargo....
Jamas digan Presidenta!!!
Chau.
"Son, por tanto, necesarios algunos cambios en el lenguaje para que se pueda nombrar a las mujeres. Dado que la lengua es un instrumento flexible, amplio y vivo, con la característica de su capacidad para estar en continuo cambio, se puede adaptar perfectamente a nuestra necesidad o deseo de comunicar.
Una de las características más definitorias de la lengua es que es un cuerpo vivo, en evolución constante, siempre en tránsito. Una lengua que no se modifica sólo está entre las lenguas muertas. Si la lengua no cambiara todas las personas que hablamos castellano, catalán, francés, o cualquiera de las lenguas románicas, continuaríamos hablando latín. Las lenguas vivas tienen un carácter evolutivo. El cambio está inscrito en la naturaleza misma de la lengua. La lengua cambia. Cambia la propia realidad y también la valoración de la misma o las formas de considerarla o nombrarla.
Por tanto, la adaptabilidad de la lengua y las posibilidades que ofrece permiten que estos cambios se puedan realizar sin que pierda belleza, corrección y economía. Es más, nombrar a las mujeres va a suponer la elaboración de mensajes más precisos y más justos que reflejen una realidad más equitativa que la que se reflejaba hasta ahora.
A la hora de plantear estrategias para evitar un uso androcéntrico y sexista de la lengua debemos recordar que lo masculino se considera como lo universal y lo femenino como lo particular. Así lo femenino es tratado como lo no masculino, algo que aparece como excepción a la regla. Por lo que la lengua será neutra pero- como firma Fanny Rubio- no es neutral. Los vocablos en masculino no son universales porque incluyan a las mujeres. Es un hecho que nos excluyen. Son universales porque lo masculino se erige en medida de lo humano y así, utilizando el masculino como neutro queda el femenino oculto".
Las tres últimas oraciones son las más importantes.
No entiendo esa obsesión con la inmutabilidad del lenguaje. ¿Qué importa que "Pesidente" sea un cargo? También "juez" y "alcalde" lo son y existen las palabras "jueza" y "alcaldesa". Si el cargo lo ejerce una mujer, el nombre del cargo se puede feminizar. ¿Cuál es el problema de nombrar a las mujeres o de que se note que tal cargo lo ejerce una mujer?
El texto está citado de un libro que se llama "Porque las palabras no se las lleva el viento". Si ponen el título en el buscador google, se lo pueden bajar de internet. Está en formato pdf.
Saludos. Julieta.
No resiste:
no sé qué piensa Cristina con independencia del proyecto político que integra: es más, no me interesa en absoluto, me parece totalmente irrelevante.
Lo único que me interesa pensar de Cristina es el proyecto político que impulsa (porque como habitante de estas tierras me afecta) y no lo que ella piensa.
Lo mismo te diría de cualquier otro dirigente político. Cuando quiero interesarme por pensamientos, no busco a políticos, sino a filósofos (Platón, Heidegger, Nietzsche, Kierkegaard, a los que jamás votaría como presidentes).
Por las mismas razones, también me tiene sin cuidado en qué cree o deja de creer Nestor Kirschner. Lo que me interesa es que el proyecto de ambos es preferible a todos los otros disponibles en la Argentina actual. ¡Menos mal que gobiernan ellos y no la Carrió, ni Sobisch, ni Rodriguez Saa, ni Lopez Murphy, ni Altamira, ni Pitrola, ni Castells!
Te digo más: a juzgar por lo que viene ocurriendo, preferiría que las proximas elecciones las gane Kirschner o Cristina.
Y si tiene entretenidos a los gordos o a los otros, tampoco me parece demasiado importante. ¿No hay otros actores en la sociedad argentina? ¿Y por casa, cómo andamos?
Julieta:
la palabra correcta no es "presidenta", sino "presidente". Si no, ¿qué quiere decir "correcta"?
No es que "presidente" sea un cargo, sino que es el participio activo del verbo presidir. (igual que hablante, caminante, pensante). "Sirvienta" también es horrible y no es correcta.
Y en cuanto al texto que mandaste, no creo que para que nombrar a las mujeres haya que cambiar la "e" de "presidente" por una "a"; porque la "e" de "presidente" no significa género masculino, de modo que no está nombrando a los hombres en detrimento de las mujeres. Sería lo mismo que cambiar la "e" de mujeres" pensando que está en masculino y empezar a decir "mujeras". El género femenino no siempre se expresa con "a".
De todos modos, si quiere emprenderse una reforma estalinista del lenguaje, empecemos a decir también lenguaja, Sílfida, respirabla, acápita, cina, y cosas así, y contribuiremos a la liberación de la mujer.
oscar: como siempre, por supuesto, tenés toda la razón del mundo...
besos. julieta.
Querido Cuervo, ¿por MI casa como andamos? Muy bien! Espero que por la tuya esté todo bien. Saludos a los chicos.
Julieta: no soy una experta ni mucho menos, pero voy darte mi opinión. Estoy totalmente de acuerdo con que el español es una lengua viva y que, como tal, evoluciona según necesidades históricas y culturales. Lo que digo es que esos cambios no tienen por qué darse de un modo innecesario ¿Necesitamos decir “presidenta” para entender que las mujeres tendríamos que tener tantos derechos como los hombres? Advierto el valor de inscribir en el lenguaje los cambios y los logros sociales (así como también sé que “presidente” está aceptado por la rae). Sin embargo, también me parece que el giro tendría que ser mucho más profundo que eso y seguramente anterior. Si lográramos comprender realmente que la mujer no es inferior, que es retrógrado y estúpido que continúe siendo discriminada, no necesitaríamos tomar una postura reaccionaria para reconocer nuestro propio lugar. De esa forma, lo único que hacemos es apartarnos de ese lugar que es nuestro. Es decirlo para reafirmarlo pero casi sin creerlo (y no es personal, siempre con onda). Porque se reafirma lo que da inseguridad, lo que no convence.
Y sobre todo porque esta palabra “presidente” tiene la particularidad de ser invariable. Como dijo Oscar Cuervo (adhiero a todo lo que dijo), la “e” de presidente no es signo del género masculino. Simplemente pienso que no es algo constructivo, sino meramente banal e innecesario. Y porque “la lengua será neutra pero- como firma Fanny Rubio- no es neutral” tendría más sentido decir por ejemplo “les ciudadanes” en lugar de “los ciudadanos” al referirnos a toda la población, mujeres y hombres.
L.
Pd: no sabía que era un participio activo, gracias por informarme.
Pd2: y eso de que es un cargo no tiene nada que ver… más de acuerdo que en desacuerdo, Julieta.
No creo que haga falta decir "les ciudadanes" puesto que es perfectamente posible decir "los ciudadanos y las ciudadanas" o, mejor aún, "las ciudadanas y los ciudadanos", ya que en castellano siempre se da el primer lugar a quien se quiere considerar:
- padre e hijo
- marido y mujer
- tú y yo
Así, podríamos nombrar primero a las mujeres, luego a los hombres, luego a las mujeres, alternando azarosamente (como cada una y uno prefriera), para no crear un orden jerárquico.
Y si queremos economizar palabras, es posible decir "la ciudadanía".
En el librito que les dije que se pueden bajar de internet, hay muchos ejemplos de usos sexistas del lenguaje y de cómo esos usos sexistas pueden ser evitados. El librito es corto y muy didáctico.
El uso no sexista del lenguaje es un uso político. Y el uso sexista, también.
Saludos. Julieta.
este blog se ha convertido en una estupidez,pero no por las notas que,como siempre,amigo Dante,merecen reflexión y son dignas de leer.sino por la nueva etapa de comentaristas que discuten cosas que no vienen al caso,y ademas lo hacen sin onda.
No me gusta el anonimato,pero hoy sederé.
Anónimo:
sediste y automáticamente levantó el nivel de los comments.
Y no será "ceder" en lugar de "seder"? (remitirse al Diccionario de la Real Academia Española, por las dudas)
Mucha razón!...
olvidé pasar por el WordReference
pero la verdad...me gusta más la s...y ya que estamos con el cambio de letras...
Con el Diccionario de la RAE online es suficiente. En cuanto al cambio de letras, ¿otro/a anarquista de la palabra al mejor estilo Gabo?
Let it be...
Editor: me parecio muy bueno su comment, y mejor aun la respuesta a dicho comment.
Mis felicitaciones por su lucidez y permitame expresarle mi concordancia con sus palabras.
Saludos.
Julieta: tengo sensaciones encontradas de exasperaciòn y encanto con tu desorientado fenimismo.
un beso.
Abrazo,Dante.
lo de desorientado corre por tu cuenta, estimado dante...
besos. julieta.
Quizas te confundi por la forma en que le mande un abrazo a Dante, Julieta.
Pero los comments que estan encabezados por "Santi dijo..." son mios, o sea, de Santi...
Saludos
ahhh... ok. ni miré que decía "santi".
y sí, "abrazo, dante" confunde un poco...
entonces, lo de desorientado corre por TU cuenta, estimado santi...
un beso. julieta.
yo le digo presidenta a manera de insulto, es re grasa decir presidenta, una palabra acorde a la destinataria, y es cierto, suena a sirvienta, una palabra fea, ofensiva, q no se debe decir
o.t: igual, a pesar de todo, me parece bien q respondas los comentarios... me estas cayendo un poquitito mas simpático, GRRRR
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