El aislamiento
que producen los microclimas bien puede sintetizarse en aquella figura de un
presidente siendo persuadido por las buenas noticias de un diario apócrifo
ideado por sus hombres más cercanos. Tal descripción corresponde a la leyenda
del “Diario de Yrigoyen” y más allá de que, hasta el día de hoy, no existe
prueba de que tal diario haya existido alguna vez, lo cierto es que la figura
del “Diario de Yrigoyen” funciona como metáfora de la desinformación y el
alejamiento de la realidad que puede tener quien, desde la soledad del poder,
debe tomar decisiones. Rodeados de asesores, ajenos a las obligaciones
familiares por el desborde que insume la función pública y, en muchos casos,
provenientes de clases sociales para las que subirse al transporte público
resulta una aventura antropológica, es muy difícil codearse con las necesidades
cotidianas de las mayorías. En este sentido, no hay timbreo ni utilización de
redes sociales que ayude demasiado.
¿Pero qué
sucede con el ciudadano de a pie? Las elaboraciones en torno a los medios de
comunicación, especialmente en los años 60 y 70, e incluso antes también, nos
ofrecían la imagen de una audiencia completamente a merced de los mensajes
explícitos e implícitos de los medios. Sin embargo, la teoría clásica de la
comunicación como una aguja hipodérmica que determinaba la conducta de las
audiencias fue cediendo lugar gracias a los estudios que mostraban que la
recepción de los mensajes nunca es enteramente pasiva. Este brevísimo e
inexacto resumen de las reflexiones en torno a la comunicación podría culminar
con las variables que introduce la irrupción de internet, los portales de
noticias y generaciones enteras que se informan a través de lo que sus amigos
comparten en redes sociales. Y allí pareciera haber un regreso a concepciones
perimidas pues incluso los más optimistas, aquellos que ven en internet un paso
decisivo hacia una ciudadanía capaz de acceder a un conocimiento abierto, ahora
descubren la posverdad y la posibilidad de las “Fake News”. Así, pasan a
repetir las mismas elaboraciones que antes repudiaron pues de repente, la
ciudadanía ilustrada y libre es capaz de votar a Trump, presuntamente, por la
campaña de desinformación iniciada por una serie de portales de noticias. Vale
aclarar que en, lo personal, no creo que Trump haya ganado por las Fake News
pero el progresismo liberal así lo interpreta y con ello adquiere la dosis
suficiente de consuelo e indignación.
Dicho esto,
enfrentamos un fenómeno paradójico: si un diario de Yrigoyen era posible solo
en el aislamiento producido por la soledad del poder, en la actualidad es
posible crear diarios de Yrigoyen en la completa interacción, no solo para los
gobernantes sino para la gente común. Efectivamente, el diario con las noticias
que vos quieras leer lo tendrás estando intercomunicado con todo el mundo y no
te lo escribirán unos asesores sino unos algoritmos.
Como alguna
vez comentamos aquí, el término “algoritmo” proviene de la matemática y refiere
a una serie de pasos o reglas que permiten llevar a cabo una actividad y
obtener un resultado. A su vez, los algoritmos son esenciales para comprender
cómo accedemos a la información en internet pues estamos en un momento del
desarrollo de la red en la que existe la posibilidad de individualizarla cada
vez más en pos de la rapidez, nuestro interés y perfil de consumo. No es
casual, entonces, que las publicidades que aparecen cuando navegas en un sitio
refieran a lo que hace un ratito estabas buscando ni tampoco es casual qué
sitios decide jerarquizar Google cuando realizas una búsqueda. Menos aún
resultan casuales las publicaciones de amigos en las redes sociales que la red
decide mostrarte. Esto significa que internet avanza hacia una red hecha a
medida de cada uno de nosotros, lo cual no sería tan problemático si tuviéramos
plena conciencia de ello. Pero, claro está, ese no es el caso. Creemos estar
abiertos al mundo y tener referencias objetivas del funcionamiento del afuera,
pero estamos cada vez más inmersos en el entorno. La situación llega a tal
extremo que en breve leeremos noticias hechas solo para cada uno de nosotros.
Así, gracias a los algoritmos, podremos gozar de nuestro personal “Diario de
Yrigoyen”. Tal predicción la realiza Evgeny Morozov, en un libro muy
interesante llamado La locura del
solucionismo tecnológico y publicado en castellano en 2016. Les citaré un
párrafo alusivo de la página 189: “Tal vez comienza con aparente inocencia:
personalizar los títulos y por qué no los párrafos introductorios para reflejar
lo que el sitio sabe (…) sobre el lector. Pero más temprano que tarde (…) es
probable que este tipo de prácticas también se extiendan hasta personalizar el
texto mismo de los artículos. Por ejemplo, el lenguaje podría reflejar lo que
el sitio es capaz de deducir sobre el nivel educativo del lector (…) O tal vez
un artículo sobre Angelina Jolie podría finalizar con una referencia a su
película sobre Bosnia (si el lector se interesa por las noticias
internacionales) o algún chisme sobre su vida con Brad Pitt (si al lector le
interesan los asuntos de Hollywood). Muchas firmas (…) ya utilizan algoritmos
para producir historias de manera automática. El siguiente paso lógico –y,
posiblemente, muy lucrativo- será dirigir esas historias a lectores individuales,
lo cual nos dará, en esencia, una nueva generación de granjas de contenido que
pueden producir historias por pedido, adaptadas a usuarios particulares”.
Todos leyendo lo que queremos
leer; todos leyendo para confirmar lo que ya sabemos suponiendo inocentemente
que en una sociedad abierta y conectada los flujos de información circulan y
pueden hacernos revisar nuestras posiciones; todos reforzando las convicciones
pero también los errores y los prejuicios que nos permiten vivir confortablemente
bajo la suposición de que mi entorno representa a las mayorías y a la
realidad.
9 comentarios:
Hola Dante , te felicito por el gran artículo que a la vez me plantea una pregunta ¿ La idea del algoritmo que tiende a individualizarnos en el sentido de que recopila toda clase de información que usualmente vemos y leemos en la red ,para facilitarnos la busqueda a posteriores busquedas , forma parte o le es funcional al disposito cultural del neoliberalismo ?
Desde ya , gracias y espero otro librazo como el último .
¡Hola Dante! Cada vez que me encuentro con un trabajo tuyo vuelven los buenos tiempos. Nosotros, como desde hace casi 2 años, aguantando los trapos y el gorilaje marplatense. ¿Tenés programa en radio? Si querés, decinos dónde y trataremos de encontrarte. ¡AGUANTE MI POLLO Y AGUANTE LA PATRIA! ABRAZO K ENORME. Marcelo y Blackie
si, ya lo previó a lo salvaje 1984. pero irigoyen sólo se juntaba, como decís al principio, con sus asesores, ministros, etc, los que se suponía que le hacían el diario. como decís, la leyenda del diario de irigoyen no es cierta. y la leyenda tipo 1984 de la información hoy puede ser cierta, si solamente nos fijamos en las apariencias.
pero hoy un misil norcoreano sobrepasó a japón y fue a caer un poco más allá. no está en todos los diarios, pero si te fijás encontrás la noticia. y el ejército de siria está cada vez más cerca de ocupar las alturas del golan. tampoco lo leés en todos lados, pero éso pasa en la realidad. como entre platón y aristóteles, entre lo ficticio y la realidad, siempre gana la realidad.
y el hecho definitorio es que los laburantes todos los días nos juntamos con otros laburantes, y si a todos nos va mal no importa qué diario nos quieran hacer leer. no somos irigoyen, somos laburantes, unidos podremos hacer lo que irigoyen no pudo.
Bueno en realidad google tiene una aplicación que usaba mucho y está desde hace por lo menos 6 años en el cual podes seleccionar noticias en función de un cierto número de frases claves y te llegan a tu correo google news, además las busca con su habitual algoritmo personalizado de preferencias, yo por ejemplo soy programador, si busco en google un término, trae primero los referidos a lenguajes o técnicas de programación primero y muy al final los otros
Sin embargo, el gobierno no tiene un diario de Irigoyen, no este, que realiza encuestas y focus groups permanentemente, en eso no podemos ser inocentes, lo que es altamente llamativo es que dañando al 80% de la población logran una aceptación mayor al 30%.
A este singular fenómeno es el que hay que analizar cautelosamente, lo que tengo claro es que es multicausal, y como la individualización de la noticia, es que hay que afinar el mensaje para cada causa por la cual todavía el gobierno sigue teniendo un apoyo muy superior al resultado de su gobierno.
Para eso necesitamos gente que piense, estudie y analice científicamente, estamos conduciendo bastante ciegos en este camino los humildes militantes part time.
Hola Dante querido , por si no se acredito mi pregunta , la reitero. .¿ si los algoritmo tienden a creer microclimas , tienden a individualizar a los sujetos , se podría decir de que opera o le es funcional a las " ideologías" que produce ese dispositovo cultural que se llama neoliberalismo , que consiste en producir a los sujetos para moldearlos en la lógica de la individualidad , de la rivalidad , donde estos se auto-conciben como empresario de si mismo .Felicitaciones por el artículo. LA Pregunta fue pensada en el sentido de que cada noticia articulada por el algoritmo ,es como un saco que entra en nosotros a medida justa .Disculpa la molestia y mi inquietud. Saludos.
Martín flaco querido: efectivamente el algoritmo que individualiza lo que produce es un perfil de consumidor y en ese sentido es completamente funcional al capitalismo financiero. Abrazo!
Un lujo tu comentario, Oscar Kuchuk. Gracias por el dato. Abrazo
Marcelo y Blackie! Les mando un beso grande y me pueden escuchar en Radio del Plata, los domingos tempranito, de 7 a 9. Allí hago No estoy solo. Los espero
Abrazo grande, Gustavo Piazza. Gracias por tu comentario
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