jueves, 5 de junio de 2008

La corporación blogger

Hace unos días el portal de Clarín se hizo eco de una controversia que tuvo como disparador unas declaraciones de José Pablo Feinmann acerca de los blogs. El escritor argentino afirmó, palabras más palabras menos, que detesta los blogs, que no hay pelotudo que no tenga un blog (SIC), que a la gran mayoría de los que escriben un blog cualquier jefe de redacción les pegaría una patada en el culo (SIC); que hay que saber escribir para no hacerle perder el tiempo al que lee y que los blogs son utilizados muchas veces por idiotas que hacen de la puteada un deporte (Ver las declaraciones en http://weblogs.clarin.com/camara-libre/archives/2008/04/post_40/ ).
Estas declaraciones me hicieron recordar unas de Horacio González que en tono más críptico y academicista también se referían despectivamente a los blogs en tanto promotores de una “disentería verbal” y el elogio de una espontaneidad sin control de calidad. Al igual que Feinmann, el director de la Biblioteca Nacional abre un interrogante respecto de la aparente revolución de la libertad y la democracia que los blogs estarían llevando adelante y concluye que tras una suerte de explosión burbujeante, en unos años, renacerá el estilo clásico y necesario de la escritura, aquel que compromete al escritor con nombre y apellido y que restaura una suerte de objetividad del texto. (Ver el artículo de González en http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2007/12/21/01569971.html )
Confieso que me ha llamado la atención las vehementes respuestas que se les han dirigido tanto a González como a Feinmann. Por supuesto, las críticas provinieron, en su mayoría, de aquellos lectores y editores de blogs que se sintieron tocados en su amor propio, por cierto, para nada virtual. Aun blogs de personas con pretensiones de seriedad y capacidad argumentativa se ocuparon del tema y tildaron a los escritores mencionados de vetustos oficiales de una resistencia extemporánea. Yo, por mi parte, considero que tanto grito desaforado, tanto ofuscamiento contra Feinmann y González, parece más una exageración de espíritus entre ingenuos y limitados por un horizonte umbilical.
Sin intentar hacer una hermenéutica de algunos exabruptos de Feinmann podría decirse que, más allá de algunas generalizaciones poco fundadas, éste tiene razón. Es verdad que cualquier pelotudo tiene un blog, lo cual no significa que el que tenga un blog sea necesariamente un pelotudo. La diferencia perece sutil, pero no lo es y también habría que preguntarse por qué tanto enojo ante una afirmación que parece valorativa pero es casi descriptiva: cada vez son más aquellos que creen tener algo para decir y lo dicen y seguramente, en la medida en que este fenómeno se amplíe, serán más los contenidos obligatoriamente olvidables. En esta línea también es correcta la aseveración de que ningún jefe de redacción podría aprobar la gran mayoría de los contenidos que son vertidos en los blogs. Más allá de ello, en este punto, debería aclararse que hay gente que no tiene pretensión alguna de hacer de la información de su blog un potencial candidato a ser contenido de algún tipo de publicación seria. Más bien habría que preguntarse cuáles son las razones por las que muchos jóvenes tienen una compulsión a mostrar una representación de su aparente intimidad. En todo caso, la crítica de Feinmann se dirige más a aquellos blogs que pretenden plantear una alternativa respetable a las corporaciones mediáticas.
Tan real como las anteriores es la afirmación de Feinmann respecto a la utilización abusiva del anonimato para proferir todo tipo de agravios. Mediocridad y carencia de valentía suelen aunarse en un cocktail que atraviesa la mayoría de los comentarios en los blogs. Tanto guapo virtual, tanto revolucionario de cibercafé y Ipod son más una muestra de decadencia que de ejercicio de la libertad. En esta línea, tanto Feinmann como González tienen razón en, al menos, abrir un interrogante respecto de las aparentes bondades de los blogs. Sin duda, los blogs son un espacio muy útil para muchas personas que por diferentes razones ven vedadas sus posibilidades de participación en grandes medios que pudieran promover sus ideas. Ante tanta homogeneidad y linealidad en los análisis de los grandes multimedios, algunos blogs parecen ser una caricia al intelecto. Sin embargo, muchos otros reproducen, desde el humilde y pobre espacio de poder que supone ser el editor de un blog, lo peor de las grandes corporaciones. Censura, pretensiones de exclusividad y pedidos de contribuciones sin retribución son, entre muchas otras, monedas corrientes en los blogs, lo cual nos lleva a pensar que no existe una conciencia, por llamarlo antisistémica, en los bloggers, sino más bien, se trata, en su gran mayoría, de sujetos que no ejercen toda la vehemencia despótica del poder sólo porque no tienen la posibilidad de hacerlo. En este sentido, esta reacción exagerada y en bloque contra los dichos de González y de Feinmann parece propio de corporaciones, esto es, estructuras interesadas y acríticas, con un despotismo tan monolítico que no parece entender que debería generar mecanismos para que lo que se democratice no sea solamente la política del agravio anónimo y los mediocres balbuceos pseudo libertarios de editores censores.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

interesante tema, ojala tengas muchos comentarios... hay mucha tela para cortar ...

sacaste a artemio de tu lista?

werte dijo...

Para mí, el error de las críticas de Feinman y Horacio González (de quien soy un lector bastante meticuloso, hasta dónde me da), está en que miden el blog en relación a la tradición literaria y periodística, y no como una extensión del murmullo o parloteo social, el océano de charla. No sé, me suena a alguien que escucha una conversación "insustancial", odiosa, diarreaica, o lo que sea, en un subte, y se mete para recriminarlos por comparación con el esfuerzo ensayístico o la responsabilidad periodística. O sea, la crítica no es que sea mala, a lo mejor es buena respecto de cierta literatura, pero respecto del blog es ridícula.
Por supuesto, el soporte da para otras cosas, y se hacen otras cosas, en conexión con soportes y/o géneros tradicionales pero... no sé, me suena a sexólogo que te exija ser un experto para echar un polvo, a polítologo que te exije una licenciatura para tener derecho a decir que te parece un gobierno... Zonceras.

Juglar dijo...

Sinceramente tanto Feimann como Horacio González no creo que sepan utilizar la tecnología para tener un blog. Pero, en caso contrario, quizás habría que preguntarles a ambos por qué son los preferidos por el gobierno (Gonzalez es director de la Biblioteca Nacional) y Feimann tiene su programita en el canal estatal del Ministerio de Educación y una columna en Canal 7 por la que recibe buenos dividendos en una intervención semanal sobre cine. Entonces preguntarse, y plantear, la cuestión de una supuesta "pobreza" en los blogs en cuanto a su contenidos debería comenzar por marcar, como presupuestos, algunas cuestiones básica:
1. Los blogs son gratuitos y libres
2. Permiten difundir información alternativa real en muchos casos
3. Son un canal de comunicación no atestado de publicidad oficial manejada a discreción por el mismo gobierno que los contrata para tenerlos como "intelectuales orgánicos"

Sin hacer una defensa corporativa de los bloggers, también "cualquier pelotudo" sin conocer a fondo las tecnologías del conocimiento (en la era de la información, como explica Manuel CAstells) opina sobre los blogs.

Anónimo dijo...

La pregunta sería, ¿y por qué razón “cualquier pelotudo” no podría tener un blog? ¿Está mal que ese pobre pelotudo tenga su espacio para lo que quiera decir? Y en tal caso, ¿por qué pensar que no puede decir algo interesante? ¿Ser pelotudo respecto de quién o de qué? ¿De uno de estos intelectuales que tiene un espacio en cable para decir sus...pelotudeces? Dante, alguno podría darle la derecha a Feinmann respecto de tu blog. Y por ende, todos los que entramos, mucho más que vos.

Dante Augusto Palma dijo...

Anónimo: lo saqué a Artemio pero no por algo personal. Me gusta su blog pero simplemente trato de no hacer muy extensa la lista porque cuando es muy larga pierde su función ya que confunde. Dejé aquellos blogs que además de interesantes y respetables, como el de Artemio, son amigos.
Gracias Werte y Juglar: interesantes aportes. Así da gusto intercambiar opiniones
Theresa: es posible que yo sea uno de los pelotudos a los que se refiere Feinmann.......

Anónimo dijo...

Es interesante tu defensa a las declaraciones de José Pablo Feinmann (a quien admiro mucho por
cierto aunque no siempre comparta su pensamiento) y en principio quisiera hacer la salvedad
siguiendo también tu mismo razonamiento en cuanto a sutiles diferencias. Si bien los jefes de
redacción no publicarían todas las "pelotudeces" que se escriben en los blogs hay unos cuantos jefes
que publican cosas que son lamentables si las medimos con respecto a la media de lo escrito para los
blogs. Por lo tanto no creo que un jefe de redacción sea la medida válida para esta cuestión. Y
entiendo que en la exageradas declaraciones y respuestas hay solo parte de verdad. Y ambas
seguramente teñidas de intereses políticos e incluso partidarios. Es más que notoria la utilización
de los blogs por parte de los principales multimedios para apoyar la bajada de línea que se impone
desde la redacción a través de sus ediciones digitales. Se manipulan la ubicación de publicación en
primera página de posteos y comentarios así como la duración de los mismos. El ejemplo más claro del
mismo es la sección de blogger de Clarin.com y su utilización para fomentar el apoyo a los
ruralistas. No creo que a Feinmann le preocupen las "pelotudeces" sino (como parte del
"oficialismo, por otra parte) la manipulación que se hace de aquellos que lo utilizan y los
criterios que se utilizan a la hora de publicarlos. De todos modos, y pensando en la "globalización
comunicacional" a la que referías hoy en la clase (siempre muy buena por cierto) creo que con ella llegan los dos aspectos: una mayor posibilidad de expresarse y a través de ello participar, construir y crear nuevos espacios y otra más ardua que será la de diferenciar las malezas y las plagas que obstaculicen el camino de la primera. Muy bueno tu blog!

rje1974 dijo...

Hayyyy... me preocupa el ultimo comentario (iii)... No entiendo de que manejo hablas por parte de clarin..? Podrias explicarte mejor..?

En la general creo que el tema gira en lo que comenta "Theresa Neele"... En parte tambien molesta el tema de que todos puedan opinar y mostrar lo que ven de una forma sencilla... Exactamente con el tema del paro agropecuario tenes un exelente ejemplo... en mucho lugares del interior donde sucenden estas cosas no hay "Diarios" pero si hay Internet... Y si hay internet hay bloggers... Me hace acordar a cuando los viejos hablan de libertad o libertinaje, te adjudican la segunda para cortarte la primera... Ahhh un ultimo detalle... nadie obliga a nadie a leer un blog de pelotudos... Para eso esta google y podes buscar hasta que encuentres el que te gusta...

PD: No tengo corrector.. Otra cosas que le debe molestar a Pablo.. Cualquier pelotudo puede mandar un comentario...

Anónimo dijo...

creo que no hay problema que gire en torno a nada. simplemente el tipo se limitó a decir algo que muchos pensamos.Pero en otro blog en el que también trataron el tema leí:"puede ser que todos los pelotudos tengan blog, lo que no quiere decir que todos los que tengan blog sean pelotudos"
y pienso que es así.Muchos solo quieren tener una pavada más para pasar el tiempo, otros pudieron aprovechar el espacio para hacer cosas interesantes.
Tengo corretor pero no me da la gana corregir nada.
¿Este comentario te gusta Dante? Dale, lo hice decente para vos.

Anónimo dijo...

Productores Trenque Lauquen: en principio no soy iiii sino lili. Y no hay mucho más por aclarar con respecto a lo de Clarín. Solo una cosa, si en el interior hay internet "hay clarín" porque mi comentario dice claramente "ediciones digitales" y "clarin.com”.
Si es un tema de tu interés y si realmente te preocupa mi comentario. Te sugiero que abras una cuenta en su sección de blogs y vos mismo lo investigues y analices.
Por otra parte, es interesante el paralelo que haces respecto de libertad y libertinaje (frase que lamentablemente no es patrimonio único de los viejos) al respecto de los blogger y estaría bueno que pienses también en que no estaría mal para la sección comentarios. Después de todo, no sea cosa que alguno ande por ahí usándola para coartar la libertad de expresión de los "pelotudos" que dejan cualquier comentario. Saludos

Anónimo dijo...

Que buen comentario de Dante , Werte y Juglar, ésto me hace pensar que realmente hay una alternativa a muchas pelotudeces que hay en los blog. Me parece que interpretar a Feinman, es un problema que nos arrogamos y que debería haber explicitado el mismo Feinman, salvo que la típica arrogancia de muchos intelectuales dialécticos sea un triste atributo de un analista tan excepcional como lo es José Pablo (no me extrañaría) Entre la hipótesis de lo que haya querido decir y lo que dijo y sobre todo a quien vaya referido, debería agregarse que no solo hay pelotudos que escriben insultos, sino que hay pelotudos que usan una terminología poco común, inusual, rebuscada que enturbia el propósito comunicacional del cometido (blog)En la jerga vulgar es el que la "hace difícil" para sectarizarse en un nivel determinado. Ciertamente me refiero a un tema personal, de carecer de un vocabulario amplio, que me limita a entender lo que algún pelotudo quiere decir y elige la palabra compleja para ciber-demostrarme que la tiene mas grande.
Un abrazo

Anónimo dijo...

sí, la verdad que hoy en día cualquier boludo puede hacer un blog, yo pude, para que te des una idea, cuando tengas tiempo o ganas de leer alguna huevada, pasate
www.cumbiamental.blogspot.com

soy un alumno tuyo che, por lo menos que te motive algun morbo de ver a qué tipo de chusma le enseñas jajaj

Cecilia Díaz dijo...

Hola Dante,

Hay algo de cierto en lo que plantea Feinmann, pero no es muy distinto a lo que pasa en el resto de los medios de comunicación: no sé si son pelotudos pero cualquiera con mucho dinero puede tener un multimedio. EN cambio, los blogs tienen un nivel de influencia bastante pobre por su escaso impacto.

Es difícil poder decir quien tiene la facultad o cumple con los requisitos para administrar un espacio como este. Por otra parte, hay de todo: desde diarios íntimos hasta columnas de opinión, pasando por portfolios, curiosidades, etc. En estos casos, hay q tener en cuenta que el blog es la posibilidad de dar a conocer un trabajo u obra para muchos y aquí vale el ejemplo de escritores y periodistas, donde insertarse y vivir de esas actividades depende de los "contactos".

Pelotuda o no, tengo blog :D

Un abrazo

Anónimo dijo...

quién es Feinman?

purpurasangre (Mel) dijo...

productores trenque lauquen dijo: "en mucho lugares del interior donde sucenden estas cosas no hay "Diarios" pero si hay Internet."

ay ay... a ver; mientras te corrijo y afirmo que sí... que de alguna manera (local, regional o nacional), hay un diario "siempre" en cualquier parte del pais, de paso comento sobre este tema tan controvertido, que en definitiva, en el fondo, tiene que ver con el desconocimiento del otro, (no como en el caso de productores trenque lauquen) sino como un tipo de desconocimiento más vinculado con la miopía.
Todo esto de lo cual se discute no son mas que opiniones encontradas sobre los diversos medios (editorial, internet, radial, televisivo etc). Todos ellos tienen funciones específicas, pero a grandes rasgos se puede decir que comparten la intención de ser herramientas útiles a la comunicación, difusión, entretenimiento o dispersión.
En dicho proceso existen dos actores, sin el uno no hay posibilidades ni sentido del otro, a saber: quien dice, escribe o muestra, y quien oye, lee o ve.

Y al decir "quien", bien podría transformar todo esto en un interrogante... ¿quién dice, escribe, muestra? y ¿quién oye, lee, o vé?... la segunda pregunta se responde haciendo un buen análisis de mercado del medio en cuestión, salvo con internet: aquí se pierden todos los registros de ese tipo, ya que el supuesto "anonimato" y la basta red global, los dispersa sin control, aunque paradójicamente se obtienen más cantidad de datos increíblemente concisos de las personas que en ningún medio existente.
Así mismo parece ser que este tipo de anonimato masivo no es el que preocupa realmente a los personajes del comentario en cuestión, claro... si estamos hablando de los "consumidores".

El punto viene a ser conflictivo cuando se intenta responder la primer pregunta ¿quién dice, escribe o muestra? parece ser que en este punto es imperdonable tal masividad y anonimato. Parece ser de vital importancia para unos el certificado de habilitación para manejar el discurso (con su respectivo fin, cual panóptico regulador), para otros seguramente sería imperdonable semejante anonimato en la era de la necesidad de imagen y, por ende, reconocimiento a través de la misma. Cuántos filósofos o intelectuales ha habido que recurrieron a medios televisivos para hacerse "conocer" como si de aquel modo yo, como lectora, fuera a legitimar su obra en virtud de dicho "renombre" mediático... modas y costumbres de la época.

En cuestión, sea como sea, parece enojar el anonimato de quien enuncia, pero no importa el anonimato de quien recibe el mensaje. En particular, como persona pensante me ofenden más las palabras, que las personas que las dicen, lo mismo me entusiasman o me interesan.
Especialmente cuando dicha cuestión se lleva a cabo con la "verdadera" responsabilidad (esa que tenemos todos) de quien se encarga de comunicar algo a un otro, y sin perder de vista que sin el otro, no tiene sentido el decir.

En virtud de esto: ¿importa mucho cuán anónimo es si al hacerlo tiene esta intención y responsabilidad?. ¿No será que el problema reside en el nulo control del mercado por sobre la producción? otra cosa ¿hace falta hablar de internet siempre como si se tratara de una posibilidad excluyente a todo lo ya existente? ¿no es más propicio hablar de la pérdida de valores generales, que tocan también a la producción literaria pautada según reglas del mercado, como casi todo en la esfera cultural hoy día?.

Supongo que toda esa preocupación volcada en los pelotudos, no es más que una mirada errónea, de quien cree estar mirando el espejo del vecino, cuando en realidad se está mirando a sí mismo, inclusive desconociendo la presencia de tal vecino. A mi gusto, a esa nota le faltan interrogantes para pensar. Imperdonable para un filósofo matriculado...

Me gustaron los comentarios de Werte y Juglar... y me gusta este blog.
saludos!

Anónimo dijo...

huh. luv this post!