La inmensa lista de zonzos que
afirmaba que CFK no brindaría entrevistas a periodistas y medios
antikirchneristas para evitar preguntas incómodas, debieron hacer silencio ante
una nueva confirmación de que, en lo que respecta a capacidad oratoria, es muy
difícil doblegar a la expresidente. El marco fue el portal oficialista Infobae
y el periodista a cargo fue Luis Novaresio quien realizó la entrevista con la
agenda del establishment mediático, supo repreguntar y discrepó aunque dejando
hablar y sin hacer de la entrevista un debate. En tiempos de “periodismo de
guerra” no es poco.
CFK respondió holgadamente a
todas las preguntas, pero más allá del contenido de las respuestas, que la
entrevista haya sido el acontecimiento político de la semana, tiene que ver con
dos cosas. Por un lado, que no se recuerda a CFK sentada frente a un periodista
con una ideología poco afín y, por otro lado, que, en los últimos años, la
corporación periodística le dio a los debates, las entrevistas y a las
conferencias de prensa una importancia desmedida.
En este sentido, siempre sostuve
que no puede ser dañino que un mandatario se someta periódicamente a la
interacción con periodistas o referentes de otras fuerzas y que la decisión de
no exponerse a esa puesta en escena, aunque bien fundamentado, acababa siendo
funcional a quienes buscaban identificar al kirchnerismo con una secta
hermética. Sin embargo de aquí no se sigue que este tipo de intervenciones
públicas seas esenciales para las instituciones, la república y la democracia. No
solo porque en pleno siglo XXI un gobernante posee modos diversos y muchos más
directos para comunicar sino, sobre todo, porque es falso que la pregunta del
periodista sea representativa de las necesidades de la población. En este
sentido, la entrevista de Nicolás Repetto encapuchado frente a un referente
mapuche que los medios presentan alternativamente como el Belcebú que amenaza
la integridad territorial y espiritual de la nación, o como un flogger, es
menos patética por la capucha que por el hecho de que Repetto se haya
presentado como referente capaz de percibir cómo siente y ve “la gente”.
Sabemos que en la tradición
occidental, desde la época de Sócrates, el diálogo interpelante apareció como
vehículo natural del surgimiento de la verdad y ese esquema lo ha adoptado, sin
más, el periodismo. Así se nos quiere hacer creer que las preguntas del
periodista son el canal hacia el esclarecimiento de una sociedad que necesita
del periodista en tanto médium entre la ignorancia y la verdad. Pero hay que
estar atentos a esos mitos de origen creados por la propia corporación
periodística para erigirse en un lugar de legitimidad. De hecho, recuerdo haber
escrito algunas líneas hace ya unos años tras el famoso “queremos preguntar”
organizado por Lanata y sus adláteres para señalar que, a diferencia del
preguntar socrático que se hacía desde la ignorancia, el preguntar del
periodismo en la actualidad se hace desde la sentencia, desde la expresión de
una línea editorial que se quiere hacer pasar por aséptica. No se busca llegar a la verdad sino obtener un
título, esto es, una mercancía y, eventualmente, sacar rédito político de una
pregunta hecha con mala fe. Si a Sócrates le decían “el tábano” porque con sus
preguntas “picaba” y molestaba como lo hacen esos insectos, la figura adecuada
para buena parte del periodismo de hoy es la mosca, más por el hábitat en el
que se siente a gusto que por su capacidad de incomodar.
Asimismo, ya que de griegos
hablamos, otro elemento que cierto periodismo enarbola es el de la parresía, entendiendo por tal el coraje
de decir la verdad poniendo la vida en riesgo. Porque decirle la verdad a un
débil es fácil. Lo que es difícil es decirle la verdad en la cara a un poderoso
pues allí se pone en juego la continuidad de nuestras existencias. Tiene buena
prensa escenificar una presunta heroicidad del periodismo pero lo cierto es que
quienes más pretenden erigirse como parresiastas son aquellos que en general
trabajan desde y al servicio de los poderes fácticos. Así, todavía espero que
los que querían preguntar les pregunten a los dueños de los medios para los que
trabajan. Seguramente no lo harán encapuchados ni tampoco se animen a hacerlo
con un guante blanco.
Con todo, es justo decir que la
sobrevaloración de las entrevistas, los debates y las conferencias de prensa no
solo es atribuible a los periodistas sino también a los propios políticos que
tienen el prejuicio iluminista de creer que a través de la palabra, en un
estudio de TV o en un atril, en medio de chicanas y cruces con mala fe, es
posible construir mayorías electorales. Sencillamente se equivocan porque los
debates o los intercambios entre adversarios políticos expresan para la
audiencia una suerte de ring en el que ya se ha tomado partido por uno de los
contrincantes previamente y difícilmente algo de lo que allí se diga logre
cambiar esa toma de posición previa.
Por todo esto es que es altamente
improbable que CFK gane votos por mostrarse más abierta a responder a este tipo
de entrevistas. También, claro está, es altamente improbable que esta apertura le
quite votos. De hecho, en un sentido, esta apertura puede comprenderse como una
continuidad de la campaña pasteurizada y bastante desideologizada de las PASO que
no le acercó ni le restó votos pero, en todo caso, parecería revelar que CFK entiende
que alguno de los modos de ella como del kirchnerismo en general pudieron haber
hecho que ciertos votantes se alejaran. Y, es más, estoy tentado a pensar que,
contrariamente a lo que se supone, la entrevista sea más importante para los
propios que para los ajenos en tanto genera mística verla a ella al frente de
la campaña y dando muestras de elocuencia ante las preguntas que el
kirchnerismo, decían, no quería responder. El veredicto lo dará la elección de
octubre pero lo que allí suceda no dependerá de una entrevista más o una
entrevista menos.
1 comentario:
Para ganar las elecciones deben tejarse alianzas .La frase de Perón "si llego con los buenos , llego con muy pocos " debe ser traducible en este caso " si se llega con los puros , se llega con muy pocos ".Estoy de acuerdo , que las entrevistas no generan grandes adeptos para las elecciones pero en este caso fue optima para las propios en el sentido a que contestó con argumentos y dando una vez más muestra de oratoria , todo el manual anti K.
Te mando un abrazo ,querido Dante.
Felicitaciones por la gran entrevista a Pedro Aznar , que es uno de los artista más grande de la musica hispana .
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