Y una vez
Zaratustra hizo una señal a sus
discípulos y les dijo estas palabras: “ahí hay sacerdotes: y aunque son mis
enemigos, ¡pasad a su lado en silencio y con la espada dormida!” F.
Nietzsche, Así habló Zaratustra
El hecho
político de la designación de Jorge Bergoglio como papa ha tenido,
naturalmente, consecuencias en una semana que bien podría bautizarse como la de
la papapolítica. Si bien será difícil, en medio del terremoto de fichas y
cartas que trastornaron el paño, me propongo en estas líneas brindar mi punto
de vista y desbrozar el camino para comprender si la entronización del
argentino puede ser capaz de modificar los planes, las agendas y los
equilibrios de fuerza.
Lo primero que
habría que atender son las reacciones inmediatas entre los diferentes actores
de la política. Desde el oficialismo, rápida de reflejos, CFK saludó
inmediatamente al ahora rebautizado Francisco, a través de una carta y algunas
referencias en actos, todas protocolarmente correctas pero ninguna derrochando
alegría, por cierto. Sin embargo otros referentes del oficialismo sí se
manifestaron con beneplácito y de repente transformaron al que hasta hace una
semana era visto como un operador de la oposición, en un “papa peronista” (SIC).
Efectivamente, quizás estimulados por su fe y por la conmoción de la
designación, muchos reconocidos hombres del oficialismo desfilaron por radios y
canales de televisión buscando vasos comunicantes entre la doctrina social de
la Iglesia, clave identitaria del peronismo, y este jesuita conservador en lo
moral pero más proclive a la causa de los pobres que otras líneas más duras de
la jerarquía eclesiástica como la encabezada por Aguer. Esto hizo que quizás,
como nunca, se viera el choque al interior del kirchnerismo entre un ala
progresista de tradición laica y de izquierda (seisieteochista, cartaabiertista
y paginadocesista), y el ala del peronismo más tradicional, con sesgo populista
y cristiano. No habrá rupturas ni mucho menos pero seguramente hubo cosquilleos
y un inmenso esfuerzo de tolerancia entre ambas partes para no sacar a relucir
diferencias atávicas.
Pero la semana
papapolítica tuvo un papel destacado de la oposición. En esta línea, algunas
fuentes presentes en el Congreso comentaban que la designación llegó justo en
medio de una sesión, lo cual no impidió, claro, que una gran mayoría del arco
anti-kirchnerista se abrazara con alegría y sollozando. Algo similar ocurrió en
la redacción de La Nación, como lo
retrata uno de sus editores, Carlos Reymundo Roberts, en una nota que si no se
viera de dónde viene, nadie dudaría en juzgarla de sarcástica. A esto le
podemos sumar esas descripciones típicamente mediáticas en las que los buenos
son muy buenos y los malos son muy malos. En este sentido, no alcanzaba con
afirmar algún mérito de Bergoglio sino que había que decir que se levantaba a
las 6 AM para comprar el diario, que viajaba en colectivo, que había tenido una
novia a los 12 años pero que nunca la había tocado, y que era prácticamente un
“papa villero” (SIC).
Las razones por
las cuales la oposición festejaba eran múltiples y entre los elementos que
conforman el combo se encuentra una fuerte convicción religiosa en algunos
casos, vínculos de amistad con el ex arzobispo de Buenos Aires, y esperanza de
que la relación ríspida con los Kirchner, haga que Bergoglio se transforme en
la figura aglutinadora del disperso atomismo antikirchnerista.
Asimismo, es
fácilmente predecible lo que viene: se intentará confrontar la palabra de
Bergoglio con la de CFK, en una suerte de disputa entre soberanos con una
pequeña diferencia: dirán que a Francisco lo legitima Dios y a la presidenta
sólo un 54% de una población cooptada a través del clientelismo político.
Asimismo, los católicos opositores encontrarán más cerca que nunca el cumplimiento
de aquella fantasía que tanto alteraba al padre de la tolerancia, John Locke:
la idea de que los católicos obedecen a un soberano transnacional con una
legitimidad especial. En otras palabras, Locke consideraba que no había que ser
tolerantes con los católicos porque ellos no eran tolerantes y porque obedecían
a un soberano que decía estar por encima del gobierno civil de cada uno de los
Estados: el papa. Así, si los opositores vernáculos ya antes llamaban a
desobedecer las leyes dejando de pagar, por ejemplo, los impuestos, no será
difícil imaginar que sus futuras justificaciones tendrán como eje que el único
deber de obediencia es para con el enviado de Dios en la Tierra.
¿Qué pasará finalmente? ¿Llegará la hora del
papa peronista que se pone al frente de los movimientos de masa
latinoamericanos y le muestra al mundo su pasión por los desposeídos? ¿O llegará
entonces el ángel opositor, dialoguista y misericordioso que debe rebautizarse
Juan Pablo III para, en analogía con su predecesor, venir a acabar con los
procesos populistas que se afianzan en la región? Una última opción, sería,
claro, que los problemas económicos del Vaticano y los casos vergonzosamente
encubiertos por la Iglesia que incluyen a miles y miles de chicos abusados, lo
mantenga alejado de la política de “el fin del mundo”, pero esto último parece
difícil.
Sea lo que sea, y seguramente tanto usted como
yo tenemos una opinión al respecto, lo que queda es preguntarse qué hacer. Y
con esto no me refiero al análisis político, cultural y sociológico que nos
invita a reconocer que, nos guste o no, hay un fortísimo componente de fe en
las enormes masas que acompañan a los gobiernos de centro izquierda de la
región. Pues sucede en Brasil, en Ecuador y en Venezuela tal como se observa en
cualquier análisis de los discursos que antes pronunciaba Chávez y ahora
enarbola Maduro. Y sucedía bastante menos en Argentina aunque es de esperar que
esta designación genere una “primavera” de fe católica que haga retroceder
aquellos proyectos que iban en línea de garantizar derechos en detrimento de
los principios predicados desde la Iglesia (de hecho, aislar los procesos populares
latinoamericanos del efecto aglutinador de la fe, equivaldría a pasar por
encima de una variable importante pero eso merece ser asunto de reflexiones más
extensas). La pregunta, más bien estaba referida a qué debería hacer la
oposición y el oficialismo según la opinión humilde y seguramente equivocada de
este escriba. En cuanto a los primeros, les queda, más que nunca, prender un
cirio y esperar que dios, si es que existe, o el papa, que seguro que existe,
pueda transformarse en un símbolo de unidad frente al oficialismo; una unidad
que se presente como desideologizada y que se realice en torno a significantes
vacíos como una suerte de gran bolsa que permita que ingresen todos debajo de
términos como austeridad, justicia, decencia, igualdad, libertad, etc. En
cuanto al oficialismo, no parece una buena estrategia salir a confrontar con el
ahora inmaculado Francisco (conocido también como el ex maculado Jorge
Bergoglio). En todo caso será parte del juego político negociar con él, por
cierto, un muy hábil político, su compromiso en favor del país en lo que
concierne a causas sensibles como la del conflicto con los fondos buitre o la
soberanía de Malvinas. Finalmente de eso se trata la política también: de transformar
las condiciones favorables en muy favorables y las desfavorables en peligros
neutralizados.
5 comentarios:
Estimado , suponiendo que hubiera una especie de aglutinador , alrededor de la figura de Francisco , su contenido va a pasar muy cerca de lo sostenido por CFK . No creo que un "palancazo" neoliberal sea masivo y aceptado.Opino que correran por izquierda , para una vez mas , me parece , ser mas papistas que el papa. Los aprontes socialistas y su cumbre Neoliberal santafesina , perfila una entente gorila , como la previa del 2008.
Saludos
todo en la vida forma parte de un ser político ,pero si este ser político debe sustentar su política en una mentira que lleva 2000 años y que la mayoría de los humanos ya la a descubierto .la belleza de lo verdadero puede derrotar al supuesto aglutinamiento de una fe que ya no es
solo se necesita que aparezca un humano que la diluya en su
totalidad y se empiece a vivir en la verdad .se que no es fácil pero ser parte de la mentira te va mermando lentamente hasta que te saca de la partida destruyendo tu proyecto.... llevándote a ser uno mas de los que van en manada tras la idolatría que solo se mantiene por que conviene..
todo en la vida forma parte de un ser político ,pero si este ser político debe sustentar su política en una mentira que lleva 2000 años y que la mayoría de los humanos ya la a descubierto .la belleza de lo verdadero puede derrotar al supuesto aglutinamiento de una fe que ya no es
solo se necesita que aparezca un humano que la diluya en su
totalidad y se empiece a vivir en la verdad .se que no es fácil pero ser parte de la mentira te va mermando lentamente hasta que te saca de la partida destruyendo tu proyecto.... llevándote a ser uno mas de los que van en manada tras la idolatría que solo se mantiene por que conviene..
¿Tengo que creer que nuestra querida Cristina es una rencarnación del peor Maquiavelo? ¿Tengo que pensar que actuó una novela lacrimógena ante el Papa para embaucar giles (demagogia barata) como quien escribe este comentario? Me resito a hacerlo. Por muchos motivos, el principal es que Cristina demostró sobradamente ser muy inteligente y que sus convicciones son reales y no las ha abandonado nunca. ¿Por que habría de hacerlo ahora? ¿Cuánto puede aportarle un rosario bendecido a su figura de conductora? Soy un ferviente católico, nada intolerante, dado que sigo creyendome parte de este espacio que Cristina conduce y me banco sin chillar las veces que muchos compañeros olvidan que la Igesia somos todos y todos no somos lo mismo
Se muestran resultados de ramon osmar casco @verdaddudada 17 abr @palmadante ...BUENO..... PENSÉ QUE ESTARÍAN 2H30M ....AYER FUERON ARRASADOS ....LOS OTROS CON LANATA -FARIÑAS y 678 en cualquier lado .... Ver conversación Responder Eliminar Favorito Más Dante Augusto Palma @palmadante 17 abr Hoy @678elprograma comienza a las 20hs. RT por favor...
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POR ESTE TWITER ME BLOQUEASTE ,recién hoy 18/ 6/...me di cuenta quede pasmado que un filosofo ,que preparo su mente para todo (incluso para autocriticarce ),tome una decisión como un bloqueo para no ver o escuchar la opinión ,nunca mal educada de un militante kirchnerista ....la verdad la desilucion no forma parte de mi vida ...solo me hace ruido ...un saludo...
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