En los últimos días circuló una
Carta de apoyo a la candidatura de Mauricio Macri firmada por más de doscientas
personalidades de los medios y la cultura. Entre ellas se pueden visualizar hombres
y mujeres de importante instalación pública como Marcos Aguinis, Juan José
Sebrelli, Santiago Kovadloff, Marcelo Birmajer, Alejandro Rozitchner, Eduardo
Levy Yeyati, Juan José Llach, Marcos Novaro, Pola Oloixarac, Pablo Sirvén, Iván
Petrella, Liliana de Riz y Gustavo Noriega, entre otros.
Más allá de que no concuerdo con
el contenido de la Carta y de que no apoyo la candidatura de Macri celebro la
iniciativa de comprometerse públicamente pues de esta manera se demuestra,
incluso a contramano de lo que muchos de los allí firmantes han sostenido, que
se puede apoyar un proyecto político y no por eso se deja de ser intelectual; o
que se puede defender a un candidato y a una gestión que eventualmente pueda
contratarnos como artistas y no por eso nos transformamos en venales y
corruptos; y que no se es menos periodista si asumimos el lugar desde el que
hablamos.
Ojalá, entonces, estos referentes
culturales no sean vilipendiados ni señalados despectivamente como acríticos
“intelectuales orgánicos”, al igual que ha sucedido con el grupo de
intelectuales afines al kirchnerismo. Espero, también, que no se estigmatice a
los artistas allí firmantes aun cuando alguno haya sido contratado o sea
contratado en el futuro por una eventual administración macrista, como también
deseo que a los periodistas que engrosan esta lista no se los descalifique
llamándolos “propagandistas”.
Porque si bien puede haber
oportunistas en esta lista de personalidades, como los hay en todo grupo
humano, al momento de la discusión pública no interesan las razones
psicológicas o morales por las que alguien decide defender un conjunto de
principios. Simplemente se intenta argumentar frente a las razones de quien
piensa distinto independientemente de por qué lo dice o por qué lo hace. De
hecho, en esa lista, por ejemplo, hay hombres y mujeres que en estos últimos
años han sido contratados por el Gobierno de la Ciudad, han recibido pauta
publicitaria y hasta son empleados de la administración citadina, y sin embargo
no es justo espetarles que apoyan al PRO porque reciben dinero a cambio.
Por otra parte, deseo que los
mismos editorialistas que le adosan la letra “k” a todo ciudadano con ideas
afines al kirchnerismo para inducir a la audiencia y a los lectores, no le endilguen
la letra “M” (de Macrismo) a los acá firmantes. Pues no sería justo que, por
ejemplo, una nota afirme que el intelectual “M”, Marcos Aguinis, llamó a votar
a Mauricio, ni otra que indique que el ultramacrista conductor de Radio Ciudad,
Gustavo Noriega, defendió las políticas del expresidente de Boca. Sería, a su
vez, estigmatizante que, por ejemplo, cada vez que Eduardo Levy Yeyati haga un
pronóstico económico se le señale con el mote de “economista M” o que se llame
“pseudo periodista” a Pablo Sirvén más allá de que él llame así a todo
periodista cuya línea de pensamiento esté cercana al kirchnerismo. Además,
espero que a ninguno de los firmantes se les indique que viven gracias a la
plata de los impuestos de todos porque si alguno de ellos trabajara, como en
algunos casos, insisto, ya sucede, para una administración macrista, tiene el
derecho a recibir un sueldo.
Por último, y para finalizar,
quiero decir públicamente que en caso de que Macri sea el próximo presidente, me
comprometo a apoyar a los firmantes de esta Carta si periodistas o candidatos
opositores los llaman “paraoficiales” y exigen que se les quite pauta oficial o
que se silencie su voz en la Radio o la TV Pública por defender, con todas sus
convicciones, las ideas y el proyecto político conservador al que suscriben.
1 comentario:
Dante sos un crack. Gracias por los atinados pensamientos laterales que siempre nos ayudan a pensar fuera del box.
Un gran abrazo, compañero!
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