viernes, 28 de septiembre de 2007

Fisuras

Una de las corporaciones más monolíticas es la que rodea al mundo del fútbol: jugadores, periodistas, empresarios, dirigentes y árbitros podrán discrepar sobre algunos asuntos menores pero hay determinados límites, muchas veces expresados de manera eufemística como “códigos”, que nunca son sobrepasados. Entre los actores mencionados existe una compleja red de vínculos económicos, negociados y prebendas donde generalmente los más perjudicados son la mayoría de los clubes y de los jugadores. Como suele ocurrir en otras actividades, la gran paradoja es que aquellos actores que son la condición de posibilidad del negocio, esto es, clubes y jugadores, son los que se llevan la menor tajada. En este sentido el irrisorio monto del contrato televisivo firmado por la AFA y la grosera iniquidad con la que se distribuye entre los clubes ese dinero, tiene como consecuencia un fútbol colapsado y pauperizado que no puede mantener a una joven promesa más de 20 partidos en primera. Este proceso no irrumpió de repente en la escena sino que más bien fue gestado a lo largo de la presidencia de Julio Grondona en los 28 años que lleva ya su mandato. La lógica clientelar que Grondona mantiene con los dirigentes de los clubes con favores que se cobran in eternum, el manejo discrecional y despótico de los árbitros a partir del obsecuente SADRA, el sistema de votación de la AFA y una lógica proclive al manejo desaforado del capital empresarial, ha hecho que a lo largo de las casi tres décadas nadie osara poner en tela de juicio la continuidad del reinado. Solamente Raúl Gámez en el ámbito dirigencial y el equipo de Víctor Hugo Morales en la radio parecen ser los únicos que vienen denunciando este entramado cuya consecuencia es el desguace y posterior destrucción del fútbol. Sin embargo, en las últimas semanas entraron a jugar un papel importante y un rol crítico actores impensados que desde dentro de la corporación hacen valer una voz disonante generando algunas fisuras.
De este modo, casi paralelamente y ante la inminente renovación del mandato de Grondona, tanto en el ámbito del referato como en el dirigencial, se dejaron entrever opiniones que, por supuesto, no fueron amplificadas como correspondía por los principales medios. Así, en el medio de una ola terrible de malos arbitrajes y el patético comunicado de denuncia de complot que la dirigencia de San Lorenzo, presionado por el grupo inversor liderado por Tinelli, esbozó, los árbitros salieron al cruce y comenzaron hacer uso y abuso de las cámaras (como lo hace Lunati quien, por cierto, fue “destrozado” por los medios por decir una gran verdad: “la mayoría de los periodistas no conocen el reglamento”). Entre toda la maraña de declaraciones apareció una sorprendente: por primera vez en la historia, un árbitro, Pompei, recusaba a un par, el juez de línea, Rebollo (por si usted no lo recuerda, aquel que hizo patear de nuevo el tiro libre del “Cata” Díaz el día en que Boca, con ese gol, venció a Vélez en Liniers por 3 a 2 y avanzó hacia el campeonato). Pompei envió una carta al colegio de árbitros en la que pide no dirigir más junto a Rebollo. Como si esto fuera poco, el ahora retirado del arbitraje “sargento” Giménez, con la libertad que le da su condición, declaró a Clarín que “que Pompei haya pedido no dirigir más con el asistente Rebollo estuvo bien. Nadie lo quiere, hace muchas macanas y siempre a favor de los mismos clubes” (Clarín, 16/9/07). (El resaltado es mío)
Estas declaraciones me impactaron: por primera vez alguien (y en este caso un ex árbitro) afirma que los malos arbitrajes no son sólo producto de errores humanos. Por primera vez alguien duda de la honestidad moral de un árbitro. Era hora ya. Como comenté en un artículo anterior, siempre me pareció sospechoso que nunca se pusiera en tela de juicio la calidad moral de un árbitro. Estos siempre son presentados como demasiados humanos, nunca corruptos. Ahora, un ex compañero lo afirma.
En el ámbito dirigencial, el presidente de independiente, Julio Comparada, tuvo las agallas que otros no tienen, pegó un portazo y anunció que no votará por la reelección de Grondona. Está claro que Grondona ganará igual porque no hay candidato opositor pero más allá de eso, sentar precedente en contra es un paso importante (la única vez que Grondona tuvo un rival a la presidencia de la AFA fue en 1991. Allí los resultados arrojaron 39 votos para Grondona y 1 para Nitti).
En esta línea, el técnico campeón del mundo, Bilardo, deslizando la posibilidad de presentarse como candidato a la presidencia de la AFA, algo que luego desestimó, también salió al cruce de Grondona y aseveró: “la solución de la AFA es que Grondona (Julio) se vaya de la conducción (…) los clubes están fundidos, no tienen plata ni para comprar pasto (para las canchas). El día que se vaya Grondona se solucionarán muchos problemas del fútbol argentino. Si no hay un cambio pronto, el fútbol se va a la m... Es una vergüenza (…) Los 20 clubes más fuertes apoyan esta conducción. Todos son un voto cantado. Intentar ser presidente (de ese organismo) es como darse contra la pared. (…) Si votarán los 2.800 clubes del país no habría problemas, gano... Pero solamente votan 49. Los de Primera están todos comprometidos con la AFA, porque temen que el Tribunal de Penas los pueda perjudicar; tienen miedo que les pongan los árbitros que no quieren, prefieren cuidar los gerenciamientos. Todo un ’viva la pepa’". (La nación, 26/9/07)
Tal vez yo sea algo ingenuo pero todas estas declaraciones me sorprenden. Es de las pocas veces que tantas voces propias del fútbol coinciden, y desde dentro de la corporación, se animan a decir lo que uno, claro, suponía: hay arreglos con árbitros, una política de favorecimiento de los gerenciamientos, se beneficia a determinadas camisetas y existe una estructura mafiosa que asfixia al fútbol.
Para ser honesto, yo no creo que estemos en un estadio prerrevolucionaro donde el pueblo del fútbol, con una bandera roja de Comparada con una boina y liderado por un ex sargento saque a Grondona de la AFA y lo cuelgue en la plaza, pero, estas fisuras en el bloque homogéneo que protege el negocio del fútbol, al menos son señales de cambio que permiten observar el futuro con una pequeña, pero cuota al fin, de optimismo.

3 comentarios:

  1. Dante: acabo de leer tu nota y acuerdo con que hay algunas voces que tardiamente comienzan a hacerse oir respecto al tema del negociado que hay en el futbol manejado por el padrino Don Julio, pero hay que estar atento a que ya que por ejemplo Comparada fue socio de Grondona con la Emision de las entradas de los estadios hasta hace muy poco y Bilardo tiene sus propios intereses, pero sin embargo es importante que empieze a haber cierto movimiento no importa de donde venga despues despues lo ordenaremos entre todos los clubes, asi que ojala sea su ultimo periodo, te cuento una que seguramente no sabes el unico voto que tuvo en contra Grondona en toda su historia fue mi Querido All Boys a favor de Teodoro Nitti asi nos fue despues te imaginaras, te mando un abrazo Gabrie Picone

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  2. Grondona es mafioso, pero también le es funcional a los dirigentes de los clubes más grandes. Tanto, que salvo Gamez, que tiene unos cojones marca ACME (o también quiere morder de esa torta) es el único que le hizo frente a viva voz.

    Es como todo en la política, habría que arrancar otra vez supongo, porque cuando los árboles están crecidos es al pedo ponerles un tutor.

    Che, me gusta el blog... abrazo

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  3. Gracias por el comentario Naimad. Me voy a meter en tu blog a chusmear de qué se trata. Abrazo. Dante

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