Desde que la Corte
Suprema, tras algunos amagues y ambigüedades, le puso límite a la cautelar
introducida por el grupo Clarín en lo referente a la llamada “cláusula de adecuación”
de la Ley de servicios audiovisual, el 7 de diciembre (7D) se ha transformado
en una fecha fetiche, especialmente para los que creemos que el espíritu
desconcentrador de la ley no se podrá plasmar hasta que este grupo no se adecue
a la normativa. Esto, claro está, no significa desconocer los problemas de implementación
que está teniendo la ley en lo referente a cuestiones técnicas y económicas.
Tampoco pasa por alto el lento proceso de cambio cultural que supondrá que las
miradas alternativas que se expresarán en programas de radio y televisión
novedosos sean elegidas por el público y de ese modo transformarse en destino
de pauta privada. Simplemente se trata de afirmar que mientras el grupo
dominante y hegemónico no se adecue, no se podrá hablar estrictamente de cumplimiento
de la ley.
Ahora bien,
dejando de lado esta breve introducción, la pregunta que muchos nos hacemos es
qué sucederá ese 7D. Frente a ese interrogante hay diferentes tipos de
respuestas y la primera que surge es la jurídica pues están quienes afirman que
existiría un espacio pasible de interpretación en la determinación de la Corte.
Concretamente el interrogante gira en torno a si el 7D de 2012 es el día en que
Clarín debe desprenderse de buena parte de sus más de 300 señales o es
simplemente el primer día en el que empieza a correr la cláusula de adecuación
de la ley que imponía un año para desinvertir. Según esta última
interpretación, obviamente la elegida por el Grupo Clarín, el 7D, pero de 2013,
sería la fecha límite para el desprendimiento.
Los abogados
tienen mucha más imaginación que este escriba y no se puede descontar la
complicidad de algunos jueces, pero déjeme señalar que la interpretación de
Clarín es, al menos, contraintuitiva. En otras palabras, si lo que está en
juego es una cláusula que indica que es obligatorio desprenderse de varias
señales en el plazo de un año y se logra una medida cautelar que ya lleva tres
años de vigencia, tal medida se ha transformado solapadamente en un veredicto.
En otras palabras, una medida cautelar, esto es, una medida de no innovar, ha
beneficiado ya a uno de los litigantes además de haber perjudicado a sus
competidores para quienes ya existe la obligación de desinvertir. En este
sentido, resultaría insólito que, habiéndose ya beneficiado al Grupo, la
justicia entienda que “se arranca desde cero” y que Clarín recién deberá
desinvertir a fines de 2013.
Pero dejando
de lado la cuestión técnico-jurídica está la respuesta política y sobre ella me
voy a detener. En este sentido, podemos volver a preguntar qué sucederá el 7D
de 2012 y sobre este punto puede haber varias alternativas. La primera: Clarín
se rinde. El 7D se juntan los mismos que “querían preguntar” con ramos de
flores para despedir a un amigo. Bonelli llora ante las cámaras abrazado a
Morales Solá mientras cantan el clásico elegíaco de Los Enanitos Verdes “porque
siempre estarán en mí esos buenos momentos que pasamos sin saber que un amigo
es una luz brillando en la oscuridad. Siempre serás mi amigo, no importa nada
más”; Lanata llama a una insurrección de los débiles desde el Palacio Estrugamou
mientras una señora de Recoleta se suicida ante la amenaza de transformarse en
“cautiva” del “aluvión zoológico” que la llevará al “matadero”. Por último, las
redes sociales llaman a poner “Me gusta” en la página “No a la Diktadura, Sí a
la Democracia. Peña Susana Viau presente” y Jorge Altamira decide marchar con
Chiche Gelblung hasta el monumento de Roca para recordar los buenos momentos en
los que eran libres y compartían “champein”.
Sin embargo, este
es un país en el que todo es posible pero hay límites. Así que la posibilidad
anterior se puede descartar. Para ser más específicos, todo lo descripto puede
ocurrir pero lo que no va a suceder es que Clarín se rinda pues ni siquiera
cedió a los obligatorios cambios en las grillas de los canales.
Así que habría
una segunda opción que es el paso a la ilegalidad, una suerte de limbo de
clandestinidad en la que pudiera hablarse con propiedad de ejercicio del
terrorismo mediático. Se trataría de no acatar la ley y de exponer al gobierno
al costo político de un desalojo con la fuerza pública. Esta hipótesis,
lamentablemente, es la que considero más plausible puesto que hay algunos
indicios del preparado del escenario. En particular ha crecido en las últimas
semanas la acusación de presunta “chavización” del gobierno kirchnerista más
allá de que pocos aclaren cuál es el significado de ese significante y qué
acciones del gobierno argentino serían análogas al del gobierno bolivariano.
Pero esta falta de precisión, justamente, es la que apunta al centro del asunto
pues se trata de trazar un paralelo entre la actitud de Chávez frente a medios
como RCTV y Globovisión y la acción de CFK frente a Clarín.
Recuerde que el gobierno de Chávez no renovó la
concesión a RCTV en 2007 acusando al canal de participar activamente a favor
del golpe de Estado que intentó derrocar al boliviariano en 2002. En este caso,
lo que fue una decisión legal (el espacio radioeléctrico es propiedad del
Estado y RCTV había recibido en 1987 su concesión por 20 años), fue presentado
como un ataque a la libertad de expresión a pesar de que el canal podía elegir
seguir transmitiendo por cable o satélite. Como bien indica un informe de David
Carracedo en Rebelion.org este tipo de medidas es común en todas partes del
mundo y sin embargo no son presentadas como una persecución. De hecho, el autor
contabilizó 236 clausuras, revocaciones y no renovaciones de Radio y TV en 21
países del mundo entre los que se encuentra Estados Unidos y algunos de los
miembros de la Unión Europea. Algo similar sucede en la actualidad con
Globovisión, una cadena privada abiertamente antichavista que ante la
imposición de una multa avalada por el Tribunal Supremo de Justicia de
Venezuela denunció persecución ideológica. En esta misma línea, otro canal
privado, Venevisión, decía sufrir acoso a pesar de la vergonzosa edición que
realizaron de la marcha que enfrentó a militantes chavistas y antichavistas en
la previa al golpe ya mencionado de 2002. Para quien no esté al tanto, el
editado de imágenes buscaba acusar de las muertes a los chavistas que,
efectivamente, estaban armados. Sin embargo, como bien se puede ver en el
documental La revolución no será
televisada, los chavistas que disparaban no lo hacían contra la muchedumbre
antichavista que, de hecho, ya no estaba en el lugar, sino contra los
francotiradores que eran parte del plan desestabilizador.
Lo más
asombroso es que este tipo de líneas editoriales que actúan defendiendo
intereses particulares pero exigen inmunidad e impunidad amparados en un
principio universal como la libre expresión, se replica en todo el mundo.
Recuérdese cómo el líbelo acusatorio que derivó en la farsesca puesta en escena
del juicio político a Fernando Lugo en Paraguay no hacía más que basarse en
versiones periodísticas de la prensa vernácula. Sobre esa “base probatoria”, se
justificó un golpe de Estado. La misma línea siguen los diarios del “primer
mundo”. Por citar un ejemplo que menciona Andrés Izarra en la Agencia
Bolivariana de Noticias, entre el 15/1/08 y el 15/3/08 el diario Español El País publicó 142 artículos sobre
Venezuela, lo que da un promedio 2,4 por día. De estas publicaciones, 5 fueron
editoriales (es decir, un editorial cada 12 días) y 21 fueron artículos de
opinión en los que sobresalía una marcada línea antichavista.
Para
finalizar, entonces, el 7D en Argentina es una fecha límite no porque existan
dudas acerca de la determinación que tomará el Grupo Clarín. La decisión ya
está tomada: cuando las instancias judiciales no alcancen, pasará a la estricta
ilegalidad y movilizará todos sus resortes en el país y en el extranjero para
presentar como un ataque a la prensa independiente lo que no es más que la
obligación del Estado de hacer cumplir una ley con amplio apoyo tanto en las
cámaras que la sancionaron como en la sociedad civil.
Frente a lo leido y a lo visto en la reciente movilizacion , no puedo mas que sentir...indignacion, miedo,y asco tambien.
ResponderEliminarno hay control para los medios amigos del gobierno? "filosofo"
ResponderEliminarbañate..
Podrías decirme cuál de los grupos mediáticos cumplió con la norma de desinversión?
ResponderEliminarHITLER PENSABA LO MISMO QUE VOS.....
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