En la última semana se sucedieron una serie de hechos que desempolvaron la quietud del PRO. Así, mientras Michetti se decidía de una vez por todas a ser candidata, Macri debía enfrentar una batalla campal en Soldati y un escrache hacia su persona en la feria del libro en manos de un grupo de docentes de los bachilleratos. Dejando de lado la justificación o no de tales actos quisiera indagar en algunos presupuestos que se encuentran en la estrategia discursiva con que el PRO enfrentó estos sucesos.
Tanto en la campaña como una vez asumido el gobierno de la Ciudad, el PRO siempre ha utilizado una estrategia que le dio buen rédito frente a las manifestaciones en su contra: todas son “políticas” entendiendo por tal “guiadas por un interés faccioso que poco tiene que ver con lo real”. Parece ser que el gobierno de la Ciudad hace las cosas bien pero siempre se entromete “la política”. Ninguna crítica es objetiva. El gobierno citadino es ejemplar aun cuando subejecuta el presupuesto, no cumple con las promesas de campaña rezongando porque el Gobierno Nacional está poblado de gente diabólica. No es ineficiente, ni es incompetente. Todo eso es ideología de gente poseída por el izquierdismo. Seguir leyendo esta nota aquí
Tanto en la campaña como una vez asumido el gobierno de la Ciudad, el PRO siempre ha utilizado una estrategia que le dio buen rédito frente a las manifestaciones en su contra: todas son “políticas” entendiendo por tal “guiadas por un interés faccioso que poco tiene que ver con lo real”. Parece ser que el gobierno de la Ciudad hace las cosas bien pero siempre se entromete “la política”. Ninguna crítica es objetiva. El gobierno citadino es ejemplar aun cuando subejecuta el presupuesto, no cumple con las promesas de campaña rezongando porque el Gobierno Nacional está poblado de gente diabólica. No es ineficiente, ni es incompetente. Todo eso es ideología de gente poseída por el izquierdismo. Seguir leyendo esta nota aquí